Vivaldi. Concerti per archi III e Concerti per viola d’amore
Accademia Bizantina
OttavioDantone, director
Alessandro Tampieri, viola d’amore, violín
NAÏVE OP 30570
Melómano de Oro
El ambicioso proyecto «Vivaldi Edition» se inició a comienzos del presente siglo con la finalidad de grabar algunas de las más de cuatrocientas obras del compositor Antonio Vivaldi, muchas de ellas desconocidas por el gran público. Fue el musicólogo italiano Alberto Basso quien se propuso semejante reto, y gracias a su concienzudo trabajo se han publicado más de cincuenta títulos, todos ellos cuidadosamente estructurados por géneros e interpretados por las más prestigiosas agrupaciones de música antigua del momento. De hecho, el volumen que nos ocupa en esta reseña es el número cincuenta y seis, que está dedicado a los Concerti per archi RV 109, 117, 118, 126, 138, 142, 145, 152, 155, 161, 163, 165 y 167, y los Concerti per viola d’amore RV 393, 394, 395, 396 y 397. Estos conciertos breves, casi miniaturas, de carácter vivo y a la vez emocional, están interpretados por la Accademia Bizantina bajo la dirección de Ottavio Dantone.
La producción concertística de Vivaldi es muy abundante y, apoyando la idea del propio Dantone, su trabajo como profesor de violín en el Ospedaledella Pietà de Venecia, centro en el que comenzó a trabajar en 1703, fue determinante para el desarrollo de su creatividad. Esta institución benéfica daba formación musical al más alto nivel profesional a mujeres huérfanas y sin recursos. De hecho, Vivaldi fue nombrado director de la orquesta de este lugar y cosechó innumerables éxitos con la misma. Durante los años que permaneció en el Ospedale, compuso además la mayoría de sus principales obras, entre ellas los conciertos para viola d’amore.
Uno de los aspectos más destacados del disco que nos ocupa es que podemos escuchar cinco de estos conciertos. En el método para tocar el violín de Leopoldo Mozart se cita este instrumento y se describen sus principales cualidades tanto físicas como sonoras. Está formado por varias cuerdas bajo a las que acompañan otras tantas que vibran por simpatía. El sonido resultante es dulce, sensual y cautivador; de hecho, su resonancia característica y la riqueza de armónicos producen como por arte de magia efectos que nos recuerdan a la música oriental. Aunque estas propiedades también podrían llegar a ser un problema a la hora de integrar la viola d’amore en una agrupación instrumental, la interpretación de Alessandro Tampieri, arropado por la Accademia Bizantina, es una verdadera delicia.
Aunque en un principio podría parecer que los conciertos son similares entre sí, lo cierto es que presentan diferencias significativas, lo que permite mantener en todo momento la escucha activa del oyente. Los contrastes dinámicos están claramente resaltados y los movimientos lentos, poéticos y a veces solemnes —entre los que cabe destacar el del Concierto RV 394 y el delicado andante del Concierto RV 395— llegan a ser en muchas ocasiones hipnóticos (en el buen sentido del término). Tampieri también muestra un alto grado de virtuosismo en la interpretación de los tiempos rápidos, como es el caso del vivo final del Concierto RV 394. El Concierto RV 163 en Si bemol mayor lleva por título «Conca», palabra que hace alusión al sonido del cascarón de una caracola. Al escuchar el movimiento inicial de la versión de Accademia Bizantina, parece que nos encontremos ante la obertura de una ópera. Por la interpretación que escuchamos podemos decir que hay un gran entendimiento e interacción entre los músicos, que se coordinan a la perfección.
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