En mayo se presentarán dos ciclos
El mes de mayo viene cargado de música de primer orden para el Instituto Italiano de Madrid, como nos tiene acostumbrados últimamente. Dos son los ciclos fundamentales que no pueden perderse y que ofrecerán sendos conciertos durante este mes. “Grandes voces para Verdi” es uno de ellos; el otro, “Las sonatas de Domenico Scarlatti”.
El primer concierto tendrá lugar el 8 de mayo en el Palacio de Abrantes a las 20h, y será llevado a cabo por el brillante tenor Franceso Meli, una muy esperada actuación que además contará con la participación del pianista Matteo Pais. Pese a su juventud, Meli canta habitualmente sobre las tablas de los grandes teatros del mundo. Desde la Scala, en las de todos los de su tierra natal; y de ahí a Londres, París, Viena, Zurich, Tokio, Nueva York, Washington o Los Ángeles, por nombrar solo algunas de las plazas donde triunfa.
En cuanto a la segunda cita será algo más tarde, el día 30 de mayo, en el mismo Palacio Abrantes, y en esta ocasión la actuación correrá a cargo del maestro clavecinista y director de orquesta americano Alan Curtis, que dirigirá a la Orquesta Barroca de Sevilla. La soprano Sonia de Munck será la encargada de poner voz a las obras cantadas en este concierto de especial belleza dedicado en buena parte a las cantatas para soprano‘Lettere Amorose’ de Scarlatti, encontradas en Viena en fecha reciente como parte de un manuscrito. Como dato de interés, decir que es muy probable que el gran castrato Farinelli, amigo del músico, cantara estas composiciones. De esta manera, como bien señala en el programa el director del Instituto, Carmelo di Gennaro, se da a conocer una faceta bastante singular de Scarlatti, con una pequeña muestra de su actividad como compositor de piezas distintas a su música para teclado, y que pertenecen al último periodo de su actividad creativa. Completarán el programa las breves, en ocasiones brevísimas ‘Sinfonías’ del manuscrito de la Biblioteca Nacional de París, que muy seguramente fueron escritas para óperas y cantatas. Estas, al contrario que las cantatas, pertenecen a su ya brillante primera época como compositor.