Elisabeth Schwarzkopf, soprano; Christa Ludwig, mezzosoprano; Nicolai Gedda, tenor; Nicolai Ghiaurov, bajo
Janet Baker, mezzosoprano
Coro y Orquesta Philharmonia
Director: Carlo Maria Giulini
EMI CLASSICS 5 67560 2
Resultaría vano aquí intentar imponer las maravillas de una obra cuyo peso no impide ser tenida y mantenida eternamente en nuestra retina auditiva, pues la versión de la “Misa de Réquiem” de Giuseppe Verdi que aquí presenta EMI es también, de por sí, pieza obligada de la discoteca del más ávido y ”forofo” de los melómanos.
Giulini transmite su innata y beata religiosidad en las notas de una obra plenamente dramática, más que sacra por su forma y recursos, y raya en un lirismo, propio de otros “Requiem” (son de mención sus versiones del de Fauré o del de Mozart), emergente en cada compás de esta grabación. Galante y suave en predominantes momentos, furiosa y ardiente en otros (el “Dies Irae” en cabeza), de la batuta de Giulini emana poder, excitación, exaltación, un dios mismo, con los colores del Nuevo Testamento, “cristianismo de calle” (aunque mal suene) como pensaría el propio Verdi, más cercano al ser humano que al sino que nos depara el juicio final. Sin sentimentalismos, Giulini conduce la proyección de la mítica Schwarzkopf, la dulce y luminosa Ludwig, el volumen tenoril de Gedda y la canonicidad de Ghiaurov hacia ese ideal de compasión de Cristo, como reflejo del llanto original de la partitura (dedicada a la desaparición del idolatrado escritor italiano Alessandro Manzoni) y clave del trasfondo humano y/o popular del mensaje verdiano.
Se unen a esta inmensa página las más modestas “Cuatro piezas sacras”, más intimistas y visionarias, bien declamadas por la mezzo Baker, cantante británica que se ajusta (con el bien tratado coro de la Philharmonia) a la concepción musical, mística y emotiva del director italiano, verdadera piedra angular de este registro recuperado en la serie “Grandes grabaciones del siglo” de EMI.