Uniendo el aula presencial y el aula virtual en la enseñanza de la música

En este artículo hablamos de la importancia de unir el mundo virtual y el presencial en la educación musical para afrontar el reto de este nuevo curso, marcado por la pandemia de la COVID-19.

Por M.ª Jesús Camino Rentería

Introducción

Las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) llevan muchos años ayudándonos en el aula de música, pero puede que este año se haya visto de manera más clara, si cabe, la importancia de tener un soporte o respaldo digital educativo que permita una continuación y/o ampliación del aprendizaje de nuestro alumnado en cualquier circunstancia y desde cualquier lugar y momento.

La experiencia del confinamiento y la atención telemática forzada nos han hecho reflexionar sobre el tema. Hemos solventado la nueva situación con muchas horas de trabajo y sin tiempo para organizarlo todo, de ahí que para este nuevo curso 2020-21 tengamos la oportunidad de reorganizarnos, priorizar objetivos sin renunciar a ningún aspecto del aprendizaje musical contando con las innumerables ventajas de las herramientas TIC.

El gran reto de este curso va a ser no renunciar a la calidad de una clase de música activa para seguir ofreciendo a nuestro alumnado la educación musical que merece.

Prioridades educativas y utilidades TIC

Como sabemos, el mundo de las TIC es inmenso, crecen día a día las aplicaciones digitales y herramientas educativas 2.0 con mejoras y nuevas funcionalidades que pretenden facilitarnos la creación de un entorno digital seguro, accesible y práctico, que se integre de manera natural en nuestro trabajo docente. Seguramente ya tendremos una lista de prioridades educativas y hojas de ruta para ir aplicando las TIC de forma que demos respuesta a lo que consideramos más urgente teniendo en cuenta la experiencia pasada.

Debemos contar con las ventajas de las TIC a la hora de diseñar y organizar nuestra programación didáctica y nuestras clases presenciales, ya que necesitamos herramientas, materiales y dinámicas que nos ayuden a fusionar el aula presencial con el aula virtual para contemplar varios escenarios educativos posibles. Es obvio que un aula virtual no puede sustituir a las clases presenciales, pero sí puede ayudar respaldando y complementando el proceso de aprendizaje del alumnado si conseguimos cubrir de forma virtual los principales aspectos y elementos que componen una clase de música en consonancia, como es lógico, con nuestra metodología de trabajo.

Para conseguir este respaldo digital me parece interesante dividir las aplicaciones y herramientas 2.0 en cuatro grandes bloques que después se ramifican en otras herramientas dependiendo de la función que realicen dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje. Son las siguientes: herramientas de gestión y organización, herramientas de creación de material digital, herramientas de evaluación y herramientas de difusión.

1.- Herramientas de gestión y organización. El aula virtual es la base de estas herramientas, ya que es una plataforma con múltiples funciones: es una herramienta de comunicación, de intercambio de archivos, creación de tareas, gestión y seguimiento del proceso de aprendizaje y también una herramienta de evaluación. El aula virtual es como la clase presencial pero alojada en internet, cuyo uso online puede ser tanto sincrónico como asincrónico, de ahí su amplia utilidad. Es necesario poner en marcha una plataforma virtual, la mayoría de las comunidades autónomas cuentan con una plataforma institucional que ofrece el entorno online seguro que el alumnado y profesorado necesitan.

Por otra parte, además del aula virtual también es necesario contar con herramientas de organización y alojamiento de materiales digitales que permitan un acceso fácil a los recursos de clase.

2.- Herramientas de creación de materiales digitales accesibles online.

Podemos conseguir los materiales digitales por varias vías: creándolos, digitalizando los que ya tenemos creados y/o utilizando recursos de otros docentes que los comparten en internet. Estos son los diferentes tipos de materiales que necesitamos para combinar la clase presencial y la virtual:

• Recursos musicales (con contenido multimedia) para explicar contenidos: presentaciones, lecciones, mapas conceptuales, vídeos educativos, apuntes digitales, infografías, etc.
• Ejercicios y actividades (con contenido multimedia) para repasar y afianzar los contenidos: cuestionarios, crucigramas, otros juegos, actividades de clasificación, emparejamiento, etc.
• Propuestas, retos, tareas y proyectos musicales para aplicar los conocimientos adquiridos.

Destacamos:

• Cuestionarios interactivos evaluables, tareas dentro de plataformas educativas virtuales y actividades interactivas evaluables que permitan realizar la evaluación de los contenidos.
• Creación y utilización de otras herramientas de evaluación (portfolio, rúbricas, dianas, etc.) para las tareas, propuestas y proyectos que permitan tanto la evaluación del proceso y del producto, así como la autoevaluación.

3.- Herramientas para compartir y difundir las experiencias educativas. Compartir es sinónimo de enriquecer y aprender unos de otros. Contamos con muchas herramientas que faciliten el intercambio de materiales, ideas y experiencias docentes. Destacamos los blogs, páginas web y redes sociales.

Veamos de forma específica cada uno de estos bloques con recomendaciones de aplicaciones y herramientas concretas de cada uno de ellos.

Herramientas TIC de gestión y organización

Son herramientas necesarias para comunicarnos con el alumnado en la distancia, para realizar el seguimiento del aprendizaje, para facilitar el intercambio de archivos, para proponer tareas, etc. También son útiles para alojar y organizar los materiales de clase.

Si vamos a poner en funcionamiento un entorno educativo virtual necesitamos tener preparados todos los elementos y tanto la comunicación como la organización son fundamentales. Las aulas virtuales están diseñadas para realizar todas las funciones necesarias para tener el aula de música en internet, de ahí que sean un pilar importante en la enseñanza telemática.

A continuación podéis ver un esquema con las principales plataformas virtuales educativas y las herramientas para organizar y alojar los materiales educativos.

Herramientas TIC para la creación de material didáctico

Un entorno digital de enseñanza necesita materiales y recursos digitales, por eso las herramientas TIC de creación son imprescindibles. Además, son muy útiles para crear recursos adaptados a nuestro alumnado y a nuestra materia en particular y siempre están accesibles a través de internet.

En el siguiente esquema podéis ver una interesante selección de estas herramientas. En la mayoría de ellas se permite incluir contenido multimedia:

Herramientas TIC para la evaluación

Son necesarias para comprobar el aprendizaje y realizar un seguimiento educativo del alumnado. Hay herramientas para crear cuestionarios autocorregibles y evaluables, así como herramientas para crear rúbricas y/o portfolios para el alumnado. Por otra parte, os recuerdo que dentro de las plataformas virtuales educativas siempre hay herramientas de evaluación propias, normalmente cuestionarios y tareas.

Herramientas TIC de difusión

Son herramientas clave para crear comunidad, nutrirnos y enriquecernos unos a otros. Debemos acostumbrar a nuestro alumnado a compartir los trabajos y valorar las aportaciones de los demás y para ello contamos con numerosas herramientas de publicación web y redes sociales. Igual no somos del todo conscientes, pero haciendo visibles nuestras experiencias de aula, materiales y estrategias metodológicas, ayudamos a otros docentes y, en consecuencia, a sus alumnos y alumnas.

Dinámicas para la clase de música con COVID-19 

La nueva normalidad y los protocolos educativos para el curso 2020-21 plantean nuevos retos para el profesorado de música que vemos cómo una parte imprescindible de nuestra práctica docente no se va a poder desarrollar, concretamente las dinámicas colectivas que supongan contacto físico, como algunas danzas, bailes, dinámicas expresión corporal, etc., o percusiones en parejas o pequeños grupos. Tampoco se podrán poner en práctica las interpretaciones con flauta (por ser un instrumento de viento) ni utilizar el instrumental del aula (Orff, ukeleles, etc.) ya que no se pueden compartir instrumentos. Las medidas también afectan a la interpretación vocal, al canto colectivo que, aunque está permitido, deberá realizarse con mascarilla (al menos en algunas comunidades autónomas como en Cantabria).

Nos toca reorganizar y priorizar los objetivos en función de esta situación intentando que se cubran los principales «motores» o aspectos del aprendizaje musical activo, especialmente, conocer, escuchar, crear e interpretar. Veamos cómo se pueden desarrollar y cómo podemos «no renunciar» a ninguno de ellos reduciendo algunas actividades, transformándolas y echando mano de la inestimable ayuda de las TIC.

Conocimientos

Conocer es el motor musical centrado en los contenidos musicales y queda cubierto tanto con la clase presencial como con la clase virtual y la accesibilidad de los materiales digitales.

Dentro de este apartado están las explicaciones y presentaciones de los temas, las actividades musicales para repasar y afianzar los contenidos, las tareas para aplicar lo aprendido y desarrollar otras competencias, etc. Todo ello se puede realizar tanto en clase como en casa y, teniendo activa el aula virtual, el alumnado puede preguntar dudas de la misma manera que en la clase presencial.

Por otro lado, tenemos que tener cuidado de no convertir nuestras clases en clases magistrales de teoría musical ni utilizar las dificultades de este nuevo escenario como excusa para no plantear otro tipo de tareas más participativas y vivenciales.

Existe gran cantidad de herramientas para crear recursos nuevos interactivos y también hay ya muchos recursos creados que el profesorado de música comparte en internet. Podéis consultar el esquema conceptual con las herramientas TIC de creación de materiales para ver las posibilidades y animarnos a crear vuestros propios recursos musicales digitales.

Escucha activa

Escuchar es el motor clave de nuestra materia y puede quedar cubierto tanto con la clase presencial como con la virtual y la accesibilidad a los materiales correspondientes. Dentro de este apartado están las actividades de reconocimiento auditivo, actividades de audición activa, musicogramas, análisis auditivos, propuestas creativas de audición, etc., que se pueden realizar tanto en clase como en casa.

Las propuestas auditivas también se podrán realizar sin problema en las clases presenciales con la nueva situación, ya que no hay riesgo en la actividad auditiva colectiva. Podemos hacer comentarios sobre las obras musicales, análisis auditivos, creación de cuentos, dibujos y relatos sobre fragmentos musicales e, incluso, podemos realizar expresión corporal a partir de la escucha musical sin necesidad de que el alumnado se mueva de su sitio.

Creación

Crear es el motor productivo de nuestras clases que puede, también, quedar cubierto tanto con la clase presencial como con la virtual.

Las tareas y propuestas que culminan con la creación de un producto (infografía, exposición, web, presentación, etc.) o la creación musical (composición, improvisación, secuencias musicales como bandas sonoras, etc.) requieren tiempo, por lo tanto se pueden realizar en casa y aprovechar las clases presenciales para las explicaciones de las propuestas, resolución de dudas, etc. También se aprovecharán estas sesiones presenciales para actividades de investigación relacionadas con las propuestas y para presentar y compartir los trabajos con el resto de la clase.

Interpretación

Este motor es el más afectado por la nueva situación en el aula. Todos los docentes de música nos hemos preguntado lo mismo: ¿cómo vamos a continuar con la práctica musical en las clases presenciales? No vamos a poder realizar danzas, bailes o coreografías de expresión y movimiento en las cuales no se respete la distancia de seguridad o haya contacto físico, tampoco podremos compartir el instrumental del aula ni tocar la flauta, con lo cual las opciones en la clase presencial son mínimas.

Veamos entonces qué podemos hacer en este nuevo escenario:

Interpretación instrumental

Colectiva. La interpretación instrumental colectiva se podrá realizar con actividades de percusión corporal y de percusión con pequeños objetos que el alumnado pueda llevar individualmente. Con ambas opciones se pueden realizar acompañamientos de canciones cantadas, lecturas rítmicas, improvisaciones, creación de ritmos, interpretación de partituras para percusión indeterminada, etc. Un buen ejemplo de estos pequeños objetos son los palillos chinos (baratos, fáciles de llevar, cada uno tiene los suyos, el sonido es agradable, etc.) aunque hay otros objetos muy prácticos como botellas de plástico, lápices, etc., que se pueden percutir entre sí o contra superficies como la mesa, silla, libros o cuadernos.

Individual. El hecho de no poder hacer las mismas actividades de interpretación instrumental en el aula no significa que no podamos desarrollar esta parte tan importante de nuestra materia. La interpretación es necesaria para asimilar y comprender los conocimientos musicales que vamos adquiriendo pero, sobre todo, para que la experiencia del aprendizaje musical sea vivencial y se pueda disfrutar. De ahí que nos podamos plantear la interpretación con flauta dulce, ya que es el instrumento idóneo al estar al alcance de cualquier alumno/a. En la clase presencial se puede realizar la preparación de las partituras y proponer «Retos de flauta» para el autoaprendizaje en casa que se plantearían de la siguiente manera:

• En clase presencial se prepara la partitura: lectura de melodía y ritmo, elementos musicales, posiciones de la flauta y otros detalles de la interpretación.
• Se practica en casa y se puede ayudar con grabaciones de vídeo-tutoriales de las canciones o vídeos play-along.
• El alumno o alumna graba la interpretación en vídeo.
• Se envía el vídeo al profesor o profesora.
• Una vez conseguido el reto por parte de toda la clase se puede dedicar una sesión a visualizar los vídeos o colgarlos en una página web para el disfrute de todos.

Vocal. Parece que no vamos a tener que renunciar al canto en el aula aunque va a ser incómodo, ya que se podrá cantar en clase pero, eso sí, utilizando mascarilla. La interpretación vocal es una actividad fundamental porque, además del repertorio de canciones, con la voz se pueden interpretar ejercicios para afianzar conceptos musicales o puede ser sustituta de un instrumento melódico aunque, eso sí, con las limitaciones que tiene la tesitura de la voz de los niños y adolescentes.

Expresión corporal y coreografías sin desplazamientos

Esta opción puede dar mucho juego en el aula presencial. Se pueden interpretar e inventar coreografías de manos y brazos, incluso piernas y pies si no hay desplazamientos ni contacto con los demás. Además, la expresión corporal tiene la gran ventaja de que se realiza con todo tipo de música, no hay ningún límite y podemos recurrir a ella en cualquier tema y momento del curso en el que nos encontremos.

En la siguiente infografía podéis ver, en resumen, las dinámicas de clase expuestas anteriormente.

 

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Para finalizar este artículo me gustaría enviar un mensaje de ánimo a todos los docentes de música. Tenemos un gran reto por delante, un curso que no va a ser fácil, pero estoy segura de que vamos a dar lo mejor de nosotros para que nuestro alumnado aprenda y continúe con su educación musical que es, y siempre será, fundamental para su educación integral.

Trabajar en dos dimensiones, presencial y virtual, requiere formación, tiempo y esfuerzo. Para muchos docentes, además, supondrá salir de su zona de confort, pero también merecerá la pena porque saldremos reforzados y satisfechos habiendo cumplido con nuestro maravilloso objetivo: ningún niño o niña sin educación musical.

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