Marcello Fantoni, guitarra
DYNAMIC CDS 708
No ha mucho presentábamos una novedad discográfica en torno a la música sinfónica de Tomás Marco, uno de los corpus más interesantes del compositor madrileño nacido en 1942, tanto quizás como el soberbio conjunto de sus cuartetos de cuerda. Pero en el campo camerístico destaca ante todo su producción para guitarra; óptima muestra de ello es este nuevo trabajo discográfico del sello Dynamic que reúne tres obras fundamentales en la obra guitarrística de Marco y que deberían de ocupar un destacadísimo lugar no sólo en la discoteca más preciada de todo melómano sino incluso en la posteridad histórica musical como reflejo de una posición acreditada en el panorama de la guitarra española y del siglo XX. El recorrido creativo para dicho instrumento de nuestro compañero de fatigas en Melómano se inició en los años sesenta y setenta con importantes obras como Albayalde o las dos dedicadas a puntales de la cultura nacional como Juan Ramón Jiménez y Pablo Picasso. Pueden considerarse éstas como precursoras del estilo compositivo desplegado en los años noventa, de cariz más popular y tradicional, período al que pertenecen las tres obras insertas en este disco: Sonata de fuego de 1990, 22 Tarots de 1991 y Presto Mormorando de 1996. En dichas obras, Marco retorna en consciencia a la música tonal. El lenguaje se vuelve con fortuna mucho más expresivo, con mayor sencillez (que es así como se consiguen los objetivos más completos) y una mayor preocupación por la técnica y el aspecto interpretativo de cada partitura. De hecho, 22 Tarots, simbólica suite que intenta pintar cada una de las cartas de dicho arte, se convierte en un extenso cuaderno de estudios guitarrísticos, construidos sobre sencillos mimbres, de valor no sólo didáctico sino incluso puramente musical. El proverbial disco que Fantoni defiende con apabullante maestría gracias a un dominio equilibradísimo de técnica y expresión, continúa con la programática y breve Presto Mormorando, de constante fluir sonoro, para dar fin con la Sonata, cuatro movimientos de rica complejidad técnica, creativa y estilística equiparable al talante universalista de sus sinfonías.