Beethoven: Sonatas para piano núms.12, 13, 14, 19 y 20.
EMI Classics 5 57131 2
Aunque incluidas en el registro en orden numérico, lo cierto es que las tres primeras, Op. 12, 13 y 14, están situadas en el tiempo en 1801, mientras que las números 19 y 20, comprendidas en el Op. 49 y publicadas en 1805, fueron escritas en 1798 y 1796, respectivamente, lo que supone por lo que se refiere a los números de opus una alteración clara del proceso real creativo de Beethoven. Estas últimas son sonatas de menor identidad, sobre todo cuando se nos ofrecen tras el desbordamiento romántico, de extraordinario valor expresivo, que supone la segunda sonata del Op. 27, es decir la número 14 de las treinta y dos compuestas en total por Beethoven, conocida con el sobrenombre de “Claro de luna”, sobrenombre ajeno, eso sí, a una decisión del compositor.
Aunque grabado en el Lyndhurst Hall de los Air Studios en Londres en diciembre de 1999, la concepción responde a la programación de uno de los conciertos de Stephen Kovacevich en el Royal Festival Hall, cuyo piano Steinway fue igualmente el instrumento utilizado. La combinación de sonatas escritas en el siglo XVIII, las que cierran el disco, y las de los cinco primeros años del XIX ofrecen a Kovacevich la posibilidad de darnos su visión del Beethoven temprano, en el que pesa la influencia de pasado próximo del clasicismo y la del Beethoven romántico con el más brillante de los ejemplos románticos concentrado en el Adagio sostenuto que abre la Sonata “Claro de luna” -en sugerencia del crítico Ludwig Rellstab-, en lugar del habitual “allegro” de sus otras sonatas. Y ese contraste le sirve a Kovacevich para ofrecernos un cuidado cuadro de aprovechamiento de matices, que convence, aunque no arrebate. Se marca unos límites en la expresividad, sin duda para ofrecernos una continuidad en su tratamiento del piano beethoviano, mientras que apura las exigencias técnicas, lo que se relaciona con la calidad de sonido conseguida en todo el registro.