El Real Junior pone en escena la ópera cómica de Gian Carlo Menotti, El teléfono, o el amor a tres, destinada al público juvenil y con la participación especial de Pepe Viyuela
La mirada más joven del Teatro Real se fija ahora en la divertida ópera de Gian Carlo Menotti: El teléfono, o el amor a tres, nueva producción de El Real Junior, concebida por el director de escena Tomás Muñoz, responsable también de la escenografía y la iluminación, que podrá disfrutarse en la Sala Principal del coliseo madrileño los días 23 y 24 de marzo, en sesión doble a las 11.00 y a las 13.00 horas.
Muñoz ha contado con las voces y la simpatía de la soprano Sonia de Munck y el barítono Gerardo Bullón para dar vida a la pareja protagonista, cuya historia de amor necesitará de la complicidad de un excepcional maestro de ceremonias, encarnado por el polifacético artista Pepe Viyuela —recién galardonado con el Premio de la Unión de Actores al Mejor Actor Secundario— quien guiará a los amantes, a través de absurdas situaciones, hasta conseguir un final feliz.
Estrenada en Nueva York en 1947, El teléfono, o el amor a tres, cuenta la historia de Lucy y Ben, dos enamorados cuya relación se complica, cada minuto, por la adicción que ella tiene al teléfono. Esta original ópera cómica, cuya temática está más de actualidad que nunca en nuestras vidas y, sobre todo, en las de los jóvenes, consigue arrancar más de una sonrisa (y risa sin complejos) haciéndonos también reflexionar sobre la posesión y el dominio que las nuevas tecnologías (el teléfono, en este caso) tienen sobre nosotros.
La música de Menotti, ecléctica y libre, tan alegre y desenfadada como el planteamiento argumental de la obra, nos traslada a los musicales de Broadway y a los espectáculos de la televisión americana de los años 40 y fija en la mente del espectador hermosas melodías. La versión que se ofrecerá en el Teatro Real, en castellano y en inglés, estará interpretada por el Solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real y dirigida por el maestro Jordi Navarro.
Buscando la complicidad de todos los presentes en la sala, Tomás Muñoz invita a desconectar los teléfonos móviles durante la representación. Antes de comenzar, los teléfonos se apagan y solo se vuelven a encender tras el epílogo, donde asistimos a la boda de los protagonistas y el público podrá fotografiar la escena, hacer selfies y enviar tuits de felicitación a los recién casados, con comentarios sobre la ópera.
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