Estarán en Madrid el 7 de junio y en Barcelona, el día 8. La orquesta ofrecerá un concierto histórico con un programa que condensa la era del director al frente de la formación.
Tras pasar por Londres, Viena y Ámsterdam; la Filarmónica de Berlín llegará a Madrid el día 7 de junio para ofrecernos un programa que como la propia orquesta afirma, constituye la retrospectiva condensada de la era Rattle.
El día 8 repetirán programa en Barcelona dentro del ciclo BCN Clàssics.
La cita musical abrirá con la Tanzaufdem Vulkan (Danza en el volcán) de Jörg Widmann, una obra que la orquesta estrenó en la Philharmonie de Berlin el 27 de mayo y sobre la que Widmann afirma: “En los últimos años he estado muy cerca de la BerlinerPhilharmoniker colaborado juntos en una relación musical muy intensa, por lo que para mí ha sido muy especial componer esta breve obra de despedida para Sir Simon. La composición ha evolucionado hasta convertirse en un trabajo insistentemente explosivo y en mi opinión, la labor del director de la BerlinerPhilharmonikerse describe muy acertadamente con estas cuatro palabras: danza en el volcán”.
Tras Widmann, retrocedemos tres décadas para escuchar la Tercera Sinfonía de Lutosławski. Sir Simon Rattle se recuerda a sí mismo escuchando la transmisión de un concierto de la obra cuando era joven: “Lo sentí de inmediato: estaba ante una obra maestra, quetambién es un concierto, un concierto para orquesta que hace uso de la libertad del tiempoal igual que el azar puede hacer que la música colisione y funcione otra vez a otro nivel”.
La sinfonía, compuesta a lo largo de una década, fue comisionada por la Chicago Symphony Orchestra y estrenada en 1983 bajo la dirección de Sir Georg Solti, siendo un gran éxito desde ese mismo día. La Berliner Philharmoniker interpretó la obra por primera vez en 1985 con el propio Lutosławski a la batuta. El protagonista de la segunda parte de este histórico concierto, Johannes Brahms, también figura entre los compositores que dirigieron a la orquesta berlinesa. En enero de 1884, dos años después de la fundación de la agrupación, Brahms debutó como solista con la orquesta interpretandosu Concierto núm. 1 para piano y dirigiendo su Sinfonía núm. 3 por lo que las obras del compositor forman parte de la historia y el ADN de la orquesta.
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