Cuando hablamos de música, en general asociamos esta palabra al sonido, pero en pocas ocasiones nos remitimos a todo lo que no suena, a eso que se esconde en un archivo, en el mejor de los casos, y pasa, tras un largo periodo de investigación, al escenario. Por eso, en esta nueva sección queremos hacer sonar la musicología, dejando ver el recorrido por el que transitan la música y su historia hasta llegar a los aplausos, centrándonos, específicamente, en la música antigua, que ha irrumpido en los escenarios españoles y cada vez se afianza más en nuestro gusto y recepción.
Entre músicos y cantores hay una gran distancia.
Estos dicen [que saben], aquellos saben los principios de la música.
Pues [quien] hace lo que no sabe se llama Bestia.
Guido d’ Arezzo
Por Fabiana Sans Arcílagos
Quiero empezar desde los inicios de la música, presentando la visión sobre la recuperación y el trabajo de uno de los grupos más reconocidos del panorama nacional e internacional: Schola Antiqua.
Fundada en 1984 por el benedictino Laurentino Sáenz de Buruaga, Schola Antiqua es una agrupación que se dedica en exclusiva al ‘estudio, investigación e interpretación de la música antigua y en especial en el canto gregoriano’. Todos sus componentes han formado parte de la Escolanía de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, siendo este un requisito indispensable para ingresar a la formación. Desde 1996, la Schola es dirigida por el musicólogo y gregorianista Juan Carlos Asensio Palacios, uno de los especialistas en el área más importantes de nuestro país.
Los primeros pasos de la Schola fueron llevados con prudencia por el benedictino. Nos relata Asensio que con Laurentino cantaban del Graduale y programaban un repertorio más antológico dedicado a la festividad correspondiente a la fecha, pero que este fue abriéndole paso al entonces joven musicólogo con pequeñas oportunidades para nuevas propuestas de concierto como, por ejemplo, la presentación que hizo la Schola en ‘la Catedral de Ávila junto a los niños del Valle, en la que recuperaron unas vísperas de Juan Navarro’, concierto que recuerda Juan Carlos con especial afecto.
Una vez que Asensio sucede a Sáez de Buruaga, la historia de la Schola cambia. Sus constantes investigaciones la llevan a realizar colaboraciones con otros grupos, por lo que debe reenfocan tanto el repertorio como la forma de concebir la música. Ya no solo se trata de hacer conciertos, sino de acercarse a la historia, tener que adaptar el oído a diferentes diapasones, cantar de manera distinta y, sobre todo, escuchar la música desde otro punto de vista.
Como se ha indicado, una de las características principales de esta agrupación es que dedica gran parte de su labor a la recuperación e investigación, ‘específicamente un 97 %’, según nos comenta su director. Para la Schola, la importancia de sus presentaciones y grabaciones no radica en ‘ofrecer un concierto en el que se cante una pieza u otra y ya’, sino en reconstruir, adecuar y concebir el programa tal como podría haber sonado en su tiempo o que coincida con su época. Ejemplo de esto es el concierto que iban a ofrecer este 2020 con motivo del Año Beethoven, en el que participaría con la reconstrucción del Propio de la Misa en Do mayor opus 86 del compositor de Bonn.
Para la ocasión, Asensio viajó a Austria y se sumergió en los cantorales de la Capilla Imperial de Viena. Centró su investigación en el momento en el que Beethoven estuvo al servicio del príncipe Nikolaus Esterházy. Relata el musicólogo que para la reconstrucción del Introito, el Gradual, etc., es decir, las partes correspondientes al Propio, a falta de mayor información por parte del compositor, se centró en tres factores: los cantorales de 1795, en la relación de Beethoven con los Esterház y y en la época del estreno, que fue en otoño. Una vez organizadas estas ideas, Asensio repara en que esta composición, debido a su solemnidad, podría asociarse a alguna festividad importante, y establece para el Propio el perteneciente a la fiesta de San Nicolás, celebrada el 6 de diciembre, ya que, además, coincidiría con la onomástica del citado príncipe, en cuya corte servía el célebre músico. Lo más curioso e interesante de todo esto es que, musicalmente, la tonalidad del Kirie de la Misa y el tono del Introito escogido encajan a la perfección, evitando la discordancia modal al interpretarse.
Otro ejemplo que cita Asensio es la participación de la agrupación en la Capilla Palatina de Aquisgrán, en un ciclo sobre repertorios litúrgicos que se celebró en el recinto. Para la ocasión, encargaron a la agrupación un concierto ex profeso de canto hispánico en el que sonara aquel canto suprimido por Carlo Magno.
El musicólogo nos comenta que es difícil para algunos repertorios que el público vea más allá de la música, que entienda en algunos casos la profundidad y la concepción real de la propuesta. Por ello, acota que son necesarias unas adecuadas notas al programa que ofrezcan una inmersión total en el concierto, que puedan estar acompañadas de explicaciones previas y, si se da el caso, de alguna escenografía, procesión o estructura, que propicien un ambiente pleno de goce musical e histórico.
Tal como hemos comentado, casi todos los conciertos de Schola Antiqua son recuperaciones y obedecen a algo, ‘es importante que se entienda que el camino de la investigación es lento, tienes que estar informado para, en poco tiempo, poder montar una estructura completa. En ocasiones, se ignora que existen otras maneras de hacer tal o cual obra’, pero para eso existe la cooperación entre agrupaciones. Sobre esto, Asensio acota que ‘si me piden un concierto de algo específico, buscamos el repertorio y, si no lo conseguimos, decimos que no se hace. Hay que ser honrado’. Continúa con su reflexión diciendo que ‘sabemos que no cantamos como cantaban ellos, que nuestro ritmo vital y de cantar no tienen nada que ver con otras épocas, pero al menos utilicemos el material que se supone que utilizaban ellos, esto es lo mínimo, porque eso sí que lo tenemos claro, y aunque hay muchas cosas que ignoramos, si quieres hacer una reconstrucción, ello conlleva formación, educación y estar metido en el mundo, si no, se pierde autenticidad’. Y si de algo no carece esta agrupación es de autenticidad.
Son destacables sus múltiples participaciones con grupos como La Colombina, La Grande Chapelle, Ministriles de Marsias, el Ensemble Plus Ultra, el Ensemble Baroque de Limoge, The Tallis Scholars, La Madrileña, el Coro Victoria, entre otros, con quienes, además, han participado en importantes grabaciones como, por ejemplo, en la reciente recuperación realizada por José Antonio Montaño del Oficio y Misa de difuntos de José de Nebra, interpretado por primera vez en 1758 en el Convento de las Salesas Reales de Madrid con motivo de los funerales de la reina Bárbara de Braganza, o en la grabación de la versión completa del Officium Defunctorum de Tomás Luis de Victoria junto a La Grande Chapelle, en la que se realiza una reconstrucción más allá de los impresos de Victoria.
Respecto a sus discos en solitario, podemos destacar el disco Musicorum et cantorum, la enseñanza del Canto Gregoriano en la Edad Media, realizado a través de la recopilación de piezas que no son litúrgicas, sino que eran utilizadas por los cantores para aprender. Este disco, nos cuenta Asensio, supuso tres años de trabajo antes de su grabación en 2012 y, aunque quedaron muchas piezas sin grabar, es de los más interesantes de su discografía.
Finalmente, no debemos olvidar su disco dedicado a las palabras de Cristo, Dicit Dominus. Esta interesante recopilación, tal como se especifica en su libreto, fue una pequeña ‘libertad’ que se tomaron los componentes de Schola Antiqua, ‘aprovechando la edición del primer volumen de Antifonario Monástico, cuyo contenido, el Propium de Tempore’ facilitó un seguimiento privilegiado del Año Litúrgico, de aquí la idea de ‘dedicar un registro monográfico a textos en los que Cristo es protagonista directo’, y los cuales se completan ‘casualmente’ con treinta y tres piezas.
Como hemos visto, Schola Antiqua es una de las agrupaciones más representativas del panorama español. No nos despedimos sin antes mencionar su participación en las grabaciones en cámara anecoica de un programa de arqueología acústica del Institute of Technical Acoustics de la Universidad de Aquisgrán y el CSIC, en el que se recreó virtualmente el sonido del Antiguo Rito Hispánico, tema en el que el conjunto, y especialmente su director, son especialistas.
Schola Antiqua no solo interpreta desde copias de los originales, lee en notación original y se vale de amplios conocimientos musicales e históricos, sino que es uno de los mejores ejemplos de grupos que equilibran la práctica musicóloga con la aplicación musical.
Queda entonces demostrado que esa diferencia establecida por Guido d’Arezzo en su Regulae rhythmicae, donde alega que existe una diferencia entre los músicos teóricos y prácticos, no puede adherirse al grupo liderado por Asensio. Hoy esta comparación debe llevarse con prudencia, ya que cada vez es más fina la línea que separa estos dos ‘mundos’.
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