Dirigida por Ludovic Morlot la formación ofrecerá un programa protagonizado por Olivier Messiaen y Anton Bruckner
Los próximos 18 y 19 de enero, el Palacio Euskalduna de Bilbao acogerá a la Bilbao Orkestra Sinfonikoa (BOS) dirigida por Ludovic Morlot en un programa cuyos protagonistas serán Olivier Messiaen y Anton Bruckner.
Las obras que sonarán serán Ascension, 4 méditations symphoniques de Messiaen, interpretada por primera vez por la BOS, y la Sinfonía núm. 4 en Mi bemol mayor ‘Romántica’, de Bruckner.
Sobre el programa
Las obras escogidas para este concierto sugieren un ambiente sagrado y espiritual. Se destaca la conexión entre música y religión a lo largo de la historia, abordando ejemplos tanto en el ámbito cristiano como en otras tradiciones religiosas.
Los compositores destacados en el programa, tanto Bruckner como Messiaen, ambos católicos devotos. Aunque su obra no es litúrgica, refleja profundas convicciones religiosas. Messiaen, especialmente, fusiona su fe católica con influencias de la naturaleza y la religión hindú en sus composiciones.
La primera obra, Ascension, 4 méditations symphoniques de Messiaen, se centra en el misterio de la ascensión de Cristo. La música evoca el éxtasis ante el poder del amor divino y destaca la originalidad y sensibilidad poética del compositor. Las cuatro piezas están concebidas como reflexiones sobre los momentos relacionados con el misterio de la ascensión y, para transmitir sus visiones a través de colores distintos, son protagonizadas por diferentes familias orquestales.
La segunda obra, la Cuarta sinfonía de Bruckner, apodada ‘Romántica’, tiene un aura poético que describe escenas de la vida medieval. Aunque inicialmente se asoció a la temática bucólica, la grandeza de la pieza va más allá de las sugerencias programáticas. Se destaca la profundidad de los movimientos y la visión sagrada del mundo que caracteriza la obra de Bruckner.
Esta sinfonía constituyó su primer éxito, al ser estrenada por Hans Richter en 1881, cuando el autor aún era un músico bastante oscuro de provincias a quien los aficionados vieneses miraban por encima del hombro. Además, su poca habilidad para las relaciones sociales, su retraimiento e inseguridad personal no le ayudaban. Ya tenía alrededor de 50 años cuando escribió la obra, pero, como habitualmente le ocurría, no pudo hacerlo de una vez y hay alrededor de siete versiones completas de la obra de la mano de Bruckner.
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