Vic, Manresa y Sant Cugat del Vallès acogerán la producción este mes de mayo
La Associació d’Amics de l’Òpera de Sabadell está a punto de cumplir 30 años y, desde su fundación, lleva realizadas más de 700 representaciones tanto en Sabadell como en otros puntos de la geografía catalana, española y mundial. Es, de hecho, una de las principales canteras líricas de nuestro país y un importante punto de partida para muchas voces.
Mayo cierra la temporada actual con un cuarto programa de lujo formado por Roméo et Juliette, ópera en cinco actos de Charles Gounod.
La producción, que ha podido verse entre los días 25 y 29 de abril en el Teatre La Faràndula de Sabadell, inicia entre los días 6 y 11 una pequeña gira que la llevará al Teatre Atlàntida de Vic, el Teatre Kursaal de Manresa y al Teatre-Auditori de Sant Cugat del Vallès.
Las voces que podremos escuchar son las de algunos de los asiduos a la temporada de la AAOS, como Albert Casals, que encarnará a Roméo, la Juliette de Maite Alberola o el Mercutio de Toni Marsol.
En el foso estará la Orquestra Simfònica de Sabadell, dirigida por Daniel Gil de Tejada, y se contará con la participación del Cor Amics de l’Òpera de Sabadell. La dirección de escena corresponde a Pau Monterde.
Con libreto en francés de Jules Barbier y Michel Carré, basados en el famoso drama de Shakespeare, fue estrenada en el Théâtre Lyriqye (Théâtre-Lyrique Impérial du Châtelet) de París el 27 de abril de 1867.
En 1864 Gounod se propuso crear la versión operística de Romeo y Julieta. Sus antiguos colaboradores, el talentoso grupo de libretistas de Barbier y Carré (libretistas del Fausto), siguieron la conocida tragedia escena a escena, preparando un libreto en sólo tres meses. Simplificaron la historia original, eliminando personajes secundarios y reduciendo la trama a sus elementos esenciales. Gounod pudo así centrar su atención en el romance cautivador que es el núcleo de la trama. También añadió elementos específicos para que el libreto fuera más operístico, como una escena nupcial, en la que Julieta se desmaya dramáticamente.
En la primavera de 1865, inspirado por la riviera francesa, Gounod se dedicó de pleno a escribir. Cuando se dejaba llevar por la ópera, las notas fluían sin esfuerzo de su pluma. En una carta a su mujer Gounod admitió que escribir Romeo y Julieta lo había hecho sentir como si hubiera vuelto a los veinte años de nuevo. La versión del año 1865 es una remodelación de los esbozos juveniles. Se trataba de una versión operística basada sobre la alternancia de números musicales y diálogos hablados (como en la Carmen de Bizet) pero de estos diálogos hablados nada queda.
Tras los ensayos hubo dificultades en elegir el tenor principal, y se dice que Gounod compuso el último acto dos veces.