Romanticismo meridional
Adrián Baratech, guitarra clásica
La Buhardilla Records LBR-008
★★★★
En Romanticismo meridional, el guitarrista Adrián Baratech nos ofrece un vistazo al apogeo que experimentó la guitarra clásica (romántica) en el siglo XIX desde las obras de siete compositores de este periodo.
El primer hecho destacable del álbum que tienen ‘entre oídos’ es la selección de instrumento, ya que realiza la grabación con una guitarra romántica —construida por Ramírez— que materializa el sonido de la época a la que nos pretende transportar. La guitarra romántica se caracteriza por tener un cuerpo más estrecho que el de la actual y un sonido dulce que abraza las armonías y resalta la voz peculiar de sus primeras cuerdas.
Asimismo, la selección de autores es también interesante, ya que se han tenido en cuenta algunos de los nombres más sonados —e interpretados— del Romanticismo como Aguado, Coste y Giuliani y otros más olvidados como José Ferrer, Brocá y Zani de Ferranti. Desde cada obra, se desvelan los diferentes estilos y perspectivas compositivas de la época, así como alguna de las innovaciones que hicieron crecer y desarrollarse a la guitarra clásica tal y como la conocemos hoy. Y precisamente esto nos lleva al último punto de la reseña: la elección de las piezas.
Las obras elegidas para representar este viaje a través de la guitarra decimonónica se postulan desde diferentes inspiraciones creativas. Podemos escuchar obras como la Gran obertura de Giuliani que se basa en la grandiosidad de la música que estaba de moda dentro del gran universo clásico, la ópera. Por otro lado, los Crepúsculos de Brocá y las Six melodies nocturnes de Zani se adentran en el concepto de oscuridad que por su naturaleza abstracta tanto atraía a los artistas románticos a los cantos desnudos de palabras. Citando a Miguel Ángel Ríos en el maravilloso libreto que acompañan a este disco: ‘las pasiones extremas del atormentado romántico’.
Romanticismo meridional presenta un buen recorrido por los pilares y recovecos de la guitarra romántica y el buen hacer de su intérprete, Adrián Baratech, nos deja una pasarela limpia por la que recorrer esta gloriosa época de la guitarra clásica.
Por Sara Guerrero Aguado
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