
Hoy da comienzo la 85.ª edición de la Quincena Musical de San Sebastián y uno de los platos fuertes será la puesta en escena de una nueva producción operística de Carmen de Bizet, firmada por Emilio Gómez. Bajo la dirección musical de José Miguel Pérez-Sierra, el elenco vocal lo encabezarán Rihab Chaieb (Carmen), Dmytro Popov (Don José), Miren Urbieta-Vega (Micaela) y Simón Orfila.
Por Susana Castro
El próximo mes de agosto realizarás tu debut en España en la Quincena Musical de San Sebastián, uno de los festivales más veteranos de Europa, que este año celebra su 85.ª edición. ¿Cómo te enfrentes a una cita tan importante?
Estoy muy agradecida y al mismo tiempo entusiasmada al participar en la Quincena Musical. Conozco bastante bien el País Vasco, y en particular San Sebastián, maravillosa ciudad, así que es un auténtico honor para mí formar parte de la 85.ª edición del festival, uno de los más importantes de Europa, más todavía haciéndolo con Carmen, ¡y en España! Adoro la gitana de Bizet, un rol que llevo en mis venas al haberlo interpretado en numerosas ocasiones. Ante un compromiso importante como este, lo afronto como cada vez que subo a cualquier tipo de escenario, con muchísima preparación; es siempre una responsabilidad, pero al mismo tiempo me hace muy feliz.
Como decías, de nuevo encarnarás el rol protagónico de Carmen, la archiconocida ópera de Bizet. ¿Cómo describirías vocalmente a tu Carmen?
Mi Carmen es vocalmente juguetona. Es un rol que muestra una gran variedad de emociones, dinámicas y matices, simplemente porque Carmen es ella misma, auténtica, y un ser humano. Es una mujer segura de sí misma, que sabe exactamente qué es lo que tiene que hacer, cuándo lo hace y por qué; no se deja dominar por nadie, a menos que quiera divertirse; es una mujer entregada y, en definitiva, dueña de su propia vida.
Todos estos aspectos de su personalidad se reflejan en su canto, así que vocalmente la abordo del mismo modo que me acerco al personaje, procurando que cristalicen esa gran variedad de emociones, que además evolucionan durante toda la ópera. Su joie de vivre y sensualidad que emanan de ella en el primero y segundo actos se transforman en seriedad e intensidad dramática en el tercer y cuarto actos. Interpretar Carmen es una verdadera maratón, ya que tienes que estar técnica y mentalmente segura para ser capaz de mostrar todas las facetas del personaje. En todo caso, es verdaderamente apasionante meterse en su piel.
A nivel escénico, ¿qué crees que aportar tú a un rol tan conocido y que cuenta con interpretaciones muy icónicas a lo largo de la historia?
Hay tantas intérpretes de Carmen como artistas que lo cantan; por eso considero que mi Carmen es personal y absolutamente diferente a la de cualquier otra cantante, independientemente del director de escena con el que esté trabajando, como le sucederá a cualquier otra intérprete. Cuando afronto el personaje, a veces pienso que lo que le sucede en esta fatídica historia me podría haber pasado a mí, o a cualquier mujer, y me pregunto: ‘¿qué hubiera ocurrido si yo hubiera nacido en una situación diferente, en un país distinto con otro sistema político, en otra familia y con diferentes vivencias a las que he tenido? ¿Y si yo fuera esa persona, esa mujer que vemos en las noticias sufriendo por maltrato o por tantos otros motivos?’.
Cualquiera de nosotros podríamos ser ella misma. Simplemente hemos tenido la suerte de vivir en circunstancias distintas a las de Carmen. El meterme en su mente me ayuda enormemente a entender a esa mujer apasionante que escribe su propia historia, que es luchadora, superviviente, que vive, ama, odia o se entristece intensamente, sin dejar de ser vulnerable, porque es un ser humano. Los hombres se obsesionan por ella precisamente por esa libertad con la que vive y porque tiene ‘algo’, un aura indescriptible que la hace irresistible. Es, sin duda, uno de los personajes más fuertes y apasionantes que conozco en el mundo de la ópera.
Compartirás escena con Dmytro Popov, con quien acabas de realizar el mismo título en el Festival de Ópera de Glyndebourne. ¿Cómo ha sido trabajar con este Don José?
Trabajar junto a Dmytro Popov como Don José en Glyndebourne ha sido genial. Creo que formamos un buen equipo sobre el escenario. Su Don José es al principio vulnerable y Carmen capta esa vulnerabilidad, por lo que de entrada no lo ve como a un hombre del que pueda enamorarse perdidamente, pero sí alguien que puede ayudarla a salir de su situación. Pero, tal y como pasa en la vida, un día se da cuenta de la falta de honestidad y de las discrepancias que ambos tienen sobre cómo liderar sus vidas. Creo que Dmytro y yo entramos de lleno en esta historia, hasta llegar a un cuarto acto absolutamente poderoso.
La dirección musical en la Quincena Musical correrá a cargo de José Miguel Pérez-Sierra, un director con enorme experiencia en el terreno lírico, que recientemente ha sido nombrado director musical del Teatro de la Zarzuela, ¿qué expectativas tienes sobre su trabajo?
Nunca he trabajado todavía con el maestro Pérez-Sierra, pero he escuchado cosas fantásticas y tengo muchas ganas de poder colaborar con él, sobre todo porque, de hecho, es el primer director español con el que voy a trabajar. Tengo una gran curiosidad por ver cómo afronta esta partitura, no solo las partes en las que intervengo como cantante, sino todos los fragmentos puramente orquestales, que son muchos en Carmen, y me lo imagino con una visión pasional y llena de fuerza.
Después de visitar San Sebastián tendrás la ocasión de presentarte en los BBC Proms, también con Carmen, en una producción en la que Anja Bihlmaier dirige a la London Philharmonic Orchestra. Se trata de un compromiso muy importante, ¿crees que puede ayudar a tu proyección en Europa?
Absolutamente sí, pero no solo puede ayudar a mi proyección en Europa sino también en el Reino Unido y, de hecho, a nivel internacional debido a la importancia de los BBC Proms en la industria de la música clásica. Significará subir otro escalón en mi carrera, ya que es un evento que llega a una audiencia muy amplia, no solo a la del mundo de la ópera.
Además, será en la misma producción de Carmen que he cantado en su estreno en Glyndebourne, un montaje que he ayudado a crear sobre el escenario, y en Londres tendré también la oportunidad de volver a trabajar con la London Philharmonic Orchestra dirigida por Anja Bihlmaier; con todos estos ingredientes no puedo sentirme más entusiasmada. Eso sí, será todo un desafío, ya que habrá solamente dos o tres días de ensayos y tendré que lidiar con el jet lag, porque de San Sebastián viajaré a Montreal para otro compromiso, y de ahí viajaré a Londres para este evento, y después a Los Ángeles para cantar en el Hollywood Bowl con la LA Philharmonic dirigida por el maestro Gustavo Dudamel.
El resto del año regresarás a América, donde desarrollas mayoritariamente tu carrera, para afrontar dos roles de Verdi, Fenena en Nabucco y Maddalena en Rigoletto. A nivel vocal, ¿qué diferencias encuentras entre estos dos personajes?
Son absolutamente diferentes: Fenena se mueve en tesitura casi de soprano y Maddalena en el de contralto. Esto es precisamente lo que me encanta de los roles de mezzosoprano de Verdi, es decir, aunque están escritos para el mismo tipo de voz, encuentras en cada uno de ellos cualidades muy diferentes. De hecho, algunos roles verdianos como Éboli o Amneris están inmersos en ambas tesituras, ya que poseen agudos de soprano, un gran registro central, y graves de pecho, por lo que resulta siempre un desafío vocal afrontarlos.
Desde el punto de vista teatral son también muy diferentes: mientras Fenena es una piadosa hija de un rey que rechaza su fe e incluso a su padre y al trono para convertirse al judaísmo por amor, una mujer valiente, Maddalena es una mujer víctima de sus circunstancias; puedes verla como una prostituta o muchas otras cosas, pero es en realidad una superviviente. En todo caso, tanto Fenena como Maddalena buscan hacer lo correcto.
¿Cuándo tendremos ocasión de verte de nuevo en Europa?
Volveré a cantar en Europa, claro, en la Bayerische Staatsopera con Cavalleria Rusticana, y también en Bregenz y en España nuevamente, con compromisos que no han sido todavía anunciados pero que espero con muchísima ilusión.
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