Reseña | W. A. Mozart

Esta grabación con excelente sonido fue realizada en 2020 en la Ludwigsburg Musikhalle (cerca de Stuttgart), en Alemania. Durante el año 1775, Mozart compuso la serie de conciertos para violín, siendo el núm. 5 el más célebre y de mayor calidad. La Sinfonía concertante para violín y viola data de 1779, y es una obra donde Mozart muestra una magistral escritura orquestal y la posibilidad de extraer el máximo rendimiento musical y expresivo al dúo violín-viola.

En el Concierto para violín núm. 5, Mikhail Pochekin (uno de los mejores violinistas actuales) muestra su excelente técnica con una amplia y expansiva sonoridad, magnífica articulación y gran musicalidad. En el primer movimiento, ‘Allegro aperto’, su entrada se produce silueteando una bellísima melodía con profusión de trinos, para adentrarse en la ejecución de los temas que configuran este movimiento, incluida una cadencia donde el violinista muestra un gran virtuosismo. El segundo movimiento es un sublime ‘Adagio’ con importantes intervenciones orquestales que producen melancólicos sonidos y donde el violín canta al estilo de un aria barroca con profusión de adornos y trinos; la candencia viene a ser como una repetición del aria con una serie de variaciones. Destacar en el tercer movimiento, ‘Rondó tempo de minueto’, la actuación del violinista cuando interpreta reiteradamente, con gran dominio de las agilidades, ritmos húngaros en forma de danza (czardas), que son respondidos con el sonido de violonchelos y contrabajos que se produce al percutar (col legno) la madera de los arcos sobre las cuerdas.

En la Sinfonía concertante para violín y viola en sus tres movimientos, ‘Allegro maestoso’, ‘Andante’ y ‘Presto’, la Stuttgart Kammerooschester brilla sobremanera en sus amplias intervenciones (magníficas interpretaciones solistas de trompas y oboes), jalonadas por el dúo formado por Mikhail Pochekin (violín) con su hermano Ivan Pochekin (excelente violinista y violista), donde ambos instrumentos, de manera brillante, dialogan, ejecutan en continuidad idénticos temas, o superponen sonidos, en una verdadera competición.

Por Diego Manuel García