Vivaldi: Il Giustino
Accademia Bizantina
Ottavio Dantone, director
Naïve OP 30571
Melómano de Oro
En 1930, la Biblioteca Nacional de Italia, situada en Turín, compró la que más tarde sería conocida como colección de Foà y Giordano, la cual contiene alrededor de 450 obras compuestas por el más célebre maestro del siglo XVIII italiano, Antonio Vivaldi (1678-1741). El musicólogo Alberto Basso inició un proyecto para grabar toda esta obra, formada por docenas de concerti, y música instrumental y vocal, tanto sacra como profana. El principal objetivo fue el de acercar esta música desconocida a nuestros oídos y reconfirmar la influencia decisiva que la música del maestro veneciano jugó en su tiempo. Todo este corpus está formado por las partituras autógrafas del propio compositor, lo cual no deja de ser sino un atractivo más añadido.
El sello Naïve, con la magnífica interpretación de Accademia Bizantina, nos trae este triple compacto, el volumen 58 de este proyecto llamado Vivaldi Edition. Un drama con música en tres actos, con libreto de Niccolò Beregan, y estrenado en el Teatro Capranica de Roma, durante el Carnaval de 1724: Il Giustino RV 717.
En la década de 1920 se descubrieron las 21 óperas de Vivaldi que hoy conocemos, todas ellas compiladas en Vivaldi Edition. Estos Dramma per musica, género que más tarde sería conocido como ópera seria, eran obras de un alto contenido emocional y moral, con temática amorosa, histórica, y con una gran amplitud de recursos escenográficos.
La ópera se inicia con una sinfonía tripartita que avanza los temas que más adelante van a sonar en la voz de los personajes principales. La estructura posterior, en tres actos, es la clásica concatenación de arias y recitativos —con la introducción de algún coro—. En este caso Vivaldi no muestra ninguna novedad, es un músico de su tiempo que sigue los esquemas estandarizados por otros compositores como Alessandro Scarlatti, máxima autoridad en el ámbito melodramático.
Il Giustino es una ópera de ambientación histórica, situada en Constantinopla, en la que aparecen personajes políticos relevantes así como otros alegóricos. El amor negado es causa de una guerra, y es en este contexto donde el protagonista, Giustino, aparece. En un primer momento se encuentra dormido en un lugar bucólico y campestre, soñando con la gloria y el poder que la diosa Fortuna le ha prometido. El personaje alegórico aparece con el tema, sobradamente conocido, de La Primavera.
El primer acto termina con el aria de amor «Mio dolce amato sposo», interpretado con gusto por Emóke Baráth, la soprano que encarna el papel de Arianna. En el segundo acto, Giustino, protagonizado por la contralto Delphine Galou, vuelve a mostrar su valía, en este caso salvando a la emperatriz Arianna de un monstruo marino, cuyo trepar por las rocas está hábilmente «pintado en música» por medio de los arpegios realizados en el clave. En esta ambientación marítima podemos escuchar los truenos que desencadenan una tormenta, lo cual ayuda al oyente a sumergirse en la teatralidad que supone este dramma y que, por razones obvias, es el elemento que más difícil resulta apreciar en una grabación. Este acto está concluido por el aria «Ho nel petto un cor sì forte», en el que hay un psalterio concertante. Este instrumento hace referencia a los sonidos que, según el imaginario del momento, pertenecían a la antigua Grecia.
En el tercer acto los celos, los malentendidos y la codicia, se ponen en contra de Giustino, pero al final acaba triunfando el amor y el gobierno de los justos. La última escena pone el punto y final con el coro «Doppo i nembi e le procelle», tomado de La verità in cimento. Consiste en una imponente chacona en Do mayor y Do menor. Esto es una muestra más de cómo los compositores reutilizaban su propia obra, adaptándola a otros formatos, como hemos podido apreciar en otros creadores como Monteverdi o Bach. Era una manera más de firmar sus obras.
Accademia Bizantina, bajo la batuta de Ottavio Dantone, pone en relieve la profundidad de la música de Vivladi con un trabajo intenso y cuidado, manifestando la singularidad de cada obra, pese a lo que muchos hayan podido decir, con poco acierto, anteriormente.
Por: Enrique Pastor Morales
Antonio R. Tabares dice
Muchísimo mejor que la versión de Il Complesso Barroco de Erato de 2002.
Héctor Fabio García Arango dice
Preciosa opera