Reseña | Villa-Lobos, Turina, Ponce

Una nueva entrega de Ibs Classical altamente recomendable por lo cuidado de su contenido. El sello nos tiene acostumbrados a una especie de efecto Midas. Por algo será. Poniendo en valor el admirable trabajo de personas que a priori no son famosas (lo cual ya podría vender por sí solo), si bien de merecido y contrastado prestigio por la calidad de su buen hacer, como es el caso de los integrantes del Reverón Piano Trio: Simón Gollo (violín), Horacio Contreras (violonchelo) y Ana María Otamendi (piano). La agrupación, de origen venezolano, tiene el compromiso de difundir la buena música latinoamericana, objetivo tan loable como el de hacer llegar al mejor y máximo público posible la identidad y obra del artista que le da nombre: el pintor y escultor modernista Armando Reverón (1889-1954). 

Admirable recopilación de repertorio para trío violín, violonchelo y piano que comienza por la música del más joven de los tres, el carioca Heitor Villa-Lobos (1887-1954) y su Primeiro trio, continuando con el opus 35 de Joaquín Turina (1882-1949) y finalizando con el Romántico de Manuel María Ponce (1882-1948), a quien llamé «Turina mexicano» en otra reseña sobre su admirable música pianística, ambos nacidos el mismo año que Stravinski, de estética frontal a esta otra cara del poliédrico modernismo musical, corriente epocal que enmarca tan diversas propuestas. Aquí predomina la poesía líquida (parafraseando a Jankélévitch, filósofo y biógrafo de Ravel), donde la riqueza de los elementos navega sobre una constante humedad armónica afiliada al horror vacui que podemos contemplar en arquitectura, Gaudí, frente a la linealidad del escocés Mackintosh. Ni siquiera los pasajes fugados o de factura neoclásica se abstienen de ser ajenos a lo seco, sino que el sonido de todos los intérpretes, capitaneados por el pianismo sensible y preciso de Ana María Otamendi, es de excelente calidad, orgánico y verdadero, como conviene a una interpretación de altura.

Gracias por este estupendo documento sonoro que esperamos que el melómano no tarde en comprar y podamos ver su continuidad en futuros trabajos.

Por Antonio Soria