No es poca la literatura en castellano sobre el gran compositor polaco, pero esta biografía escrita en 1947-49 por el poeta Wierzyński (1894-1969) no es un trabajo ‘científico’ que analice el legado del músico romántico, sino un detallista estudio literario sobre él. Fernando Presa González aclara en su prólogo que ‘Wierzyński se adentra con pasión y minuciosidad en los detalles existenciales del músico y sus experiencias más íntimas’.
A lo largo de cuarenta condensados capítulos, el biógrafo nos introduce en la infancia, la pubertad, la juventud y la madurez de Chopin, documentando cada paso con una información impresionante y muy personal. Gracias a ella podemos conocer a la persona, sus inquietudes, sus afectos, sus miedos, sus preocupaciones, sus entretenimientos, sus estudios, sus primeros maestros… No falta su interés por los viajes, sus amores, sus amigos más íntimos, su timidez, su renuencia a convertirse, simplemente, en un popular pianista. Podemos descubrir, además, detalles sobre su elegancia y distinción personal, su delicadeza como músico, sus amores y sus recuerdos, siempre presentes, sobre su patria. No faltan, como es natural, detalles de las composiciones que, en cada etapa, iba abordando.
El epílogo de Rafael Ortega Basagoiti aporta numerosos detalles sobre su producción musical, con la inclusión de códigos QR que llevan a páginas web relacionadas con el músico polaco, pero, como decimos, no es este un estudio analítico. Ortega también añade detalles sobre sus orígenes familiares, su desarrollo profesional, algunas informaciones de sus obras y sobre su salud. El volumen incluye veinte páginas con 62 fotografías del músico y de sus más cercanas amistades y más de 800 notas aclaratorias: todo un alarde de erudición.
Por José Prieto Marugán
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