VICTORIA REQUIEM
Musica Ficta
Lore Agustí, Manon Chauvin, sopranos
Flavio Ferri-Benedetti, Adriana Mayer, altos
Ariel Hernández, Diego Blázquez, tenores
Víctor Cruz, Fernando Rubio, bajos
Raúl Mallavibarrena, director
enchiriadis EN2045
No cabe duda de que el Oficio de Difuntos para las exequias de la emperatriz María de Austria, compuesto por su capellán privado, Tomás Luis de Victoria, en 1605, es una obra cumbre de la era dorada de la polifonía hispana. Quizá con ese motivo bastaría para que Mallavibarrena, en el 25 aniversario de la fundación de su ensemble, decidiera regrabar este ciclo magistral que ya registró en 2002 con gran éxito.
Si bien en aquella grabación cada línea se asomaba al abismo de la fatalidad para beber de ella, en esta nueva producción apreciamos un cierto grado de intimismo, con una batuta que no es llevada por el texto ni por el posible espíritu de la obra, sino por la brújula musical del propio director. La nueva plantilla, con una capilla de ocho sin instrumentos en vez de los trece más bajón y órgano de la primera grabación, se distancia de ese pétreo luto castellano y se torna amable y serena. Es de reseñar el uso de temperamento de época, que potencia las disonancias de unas armonías algo más inofensivas con nuestra afinación actual.
Con la humedad justa en la acústica y los pulsos escogidos, no solo el texto, sino todo el juego contrapuntístico se desgranan como un arroyo, permitiéndonos advertir la entrada de cada voz con una articulación redonda y clara. Es interesante la visión del videoclip elaborado para el moteteVersa est in luctum durante las sesiones de grabación.
A modo de recapitulación de lo aprendido y con uno de los programas centrales de su trayectoria, Mallavibarrena nos ofrece un nuevo punto de vista de esta obra universal, llevado a la producción discográfica gracias a un tratamiento vocal pulcrísimo.
Por: Pablo F. Cantalapiedra
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