Núria Rial nos tiene muy buen acostumbrados con su espléndida voz en el repertorio barroco. Una voz muy musical, con un vibrato muy acorde con el estilo de la época y sin exuberancias ni artificios que pudieran convertir en forzada a la interpretación. En esta grabación, titulada Venice’s Fragance, no acaba de quedar claro si se trata de un recital de la cantante, acompañada por el conjunto barroco Artemandoline, en donde la cuerda pulsada tiene un papel fundamental, o bien si se trata de un programa instrumental-vocal a partes iguales. Aunque eso quede un poco ambiguo en el título del disco, está claro que, curiosamente, estamos ante el segundo caso, cosa que automáticamente, aunque sea sin querer, le roba protagonismo a la cantante.
El conjunto instrumental es solvente, con buena cohesión de sus miembros, aunque el uso de un solo instrumento por parte, en el apartado de los violines, le quita fuerza interpretativa sobre todo a los conciertos de Vivaldi. Lástima que en el segundo 33 del segundo track se note de una manera exagerada el primer ‘corta-pegar’ de la grabación. Si bien todos sabemos que un disco es una especie de puzle en donde el técnico de sonido hace una especie de reconstrucción con millones de tomas para conseguir el mejor resultado posible, lo cierto es que a veces esos arreglos se notan y es algo que los ingenieros de sonido deberían cuidar más en algunas ocasiones.
La inclusión de dos barytons en una de las piezas le da un toque muy original. Su sonido, parecido al de las violas da gamba, combina muy bien con el chelo y el contrabajo.
La inclusión de obras poco conocidas siempre es de agradecer, aunque se haya optado por combinarlos con los conciertos de mandolina de Vivaldi más grabados de la historia del disco. ¿Nadie se acuerda de los conciertos de Paisiello, por ejemplo?
En el aria de dos mandolinas obligadas de Galuppi, la voz queda un poco por debajo, por una simple colocación de los micrófonos, dejando a la voz en un plano menos importante que los instrumentos de cuerda pulsada.
Aún así, ¡un disco muy recomendable e interesante!
Por Àngel Villagrasa Pérez
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