Alicia de Larrocha fue sin duda una de las principales figuras pianísticas del siglo XX en nuestro país. Jorge Tabarés rinde tributo a la pianista con un disco que recoge la interpretación de obras de compositores que nunca faltaban en los programas de concierto o grabaciones de la intérprete: Soler, Esplá y Mompou. Además, el disco se cierra con la interpretación de Pecados de Juventud, una selección de cuatro piezas creadas por la propia Alicia en su adolescencia.
La audición se abre con las conocidas Sonatas M38 y R15, en Sol menor y Re menor, respectivamente, de Soler. Tabarés realiza una versión impecable desde el punto de vista del fraseo, siendo muy respetuoso con el estilo dieciochesco de las mismas a la vez que saca todos los recursos expresivos al piano.
A continuación, interpreta la Sonata Española opus 53 del genial Óscar Esplá. Este Homenaje a Chopin nace a petición de la UNESCO, que había solicitado a varios compositores (entre los que se encontraban Poulenc, Prokófiev o Milhaud) una obra para conmemorar el centenario de la muerte del músico polaco. El concierto se celebró en París a cargo de Arnaldo Estrella. Fue estrenada en España en el año 1951 por la pianista zaragozana Pilar Bayona. A destacar la enorme sensibilidad en la interpretación, así como la energía que desborda el tercer movimiento de la sonata.
Música callada es una de las obras más importantes de Mompou. Constituida por 28 piezas, en esta ocasión escuchamos las piezas XVI, XVII, XIX, XXI y XXVI, pertenecientes a los cuadernos segundo, tercero y cuarto. Esta música requiere un amplio registro dinámico, así como cuidado en la sonoridad y el fraseo. Tabarés cumple a la perfección estos requisitos, resaltando con su interpretación el lenguaje armónico de las piezas y adoptando un tempo adecuado en cada una de ellas.
El disco se cierra con cuatro poemas musicales de Alicia de Larrocha: ‘Jota’, ‘Aiguablava’, ‘Burlesca’ y ‘Estudio’, en los que se reconocen temas del folklore español, así como características de la música romántica y de compositores como Fauré o Debussy. Muy recomendable.
Por Francisco J. Balsera
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