Reseña | Tomás Luis de Victoria. Officium defunctorum

Interesantísima grabación de los conjuntos La Grande Chapelle, bajo la dirección de Albert Recasens y Schola Antiqua, dirigida por Juan Carlos Asensio. La obra elegida para el sello discográfico Lauda Música es el Officium Defunctorum de Tomás Luis de Victoria, gran compositor español que todavía hoy en día conviene reivindicarlo, pues suena poco en las iglesias y en las salas de concierto y las grabaciones de grupos españoles escasean; es curioso que sean los coros ingleses los que al final interpreten más asiduamente la música de Victoria.

Por primera vez en la historia del disco, cosa que constituye un hito musicológico importante, se ha situado la obra en su contexto litúrgico, restituyendo las dos jornadas originales: la vigilia de difuntos y la misa que concluía en el rito de absolución. Además, se incluye canto llano extraído de fuentes de la época. Este último aspecto, que en muchas grabaciones se ignora por criterios de marketing, pensando que es un tipo de música que escucha un público muy minoritario, nos sitúa mucho mejor en el contexto de la época y destaca la buena labor de Juan Carlos Asensio, al frente de su Schola Antiqua, de estilo refinado, buena dicción y buen empaste de sus voces. Cabe recordar que Juan Carlos Asensio es uno de los mayores especialistas de canto gregoriano de nuestro país.

Por otro lado, La Grande Chapelle de Albert Recasens, formada en esta ocasión por doce cantantes y un bajón (instrumento empleado en la época de Victoria, que podemos considerar como antecedente del fagot) suena con una afinación pulcra, buena musicalidad y de sonido limpio y cristalino, sin aquel vibrato que en algunos coros distorsiona la conducción de las voces.

El librillo del disco está muy buen documentado, con su correspondiente bibliografía y fuentes manuscritas. Si antes hablábamos de los coros extranjeros, los participantes de esta grabación se sitúan perfectamente a ese nivel, aunque ¿por qué hacer comparaciones en lugar de creernos de una vez que aquí disponemos también de intérpretes y compositores de altísimo nivel?

Por Àngel Villagrasa Pérez