Hay un poso nostálgico en este proyecto del violonchelista Roger Morelló que, más allá del homenaje, nos invita a escucharlo como un auténtico viaje por el tiempo y por nuestra cultura. La elección de las sarabandas de Bach como eje articulador del álbum nos da la pauta: con el objetivo de profundizar en el legado humanista y de paz que Pau Casals quiso transmitir, el disco recoge un conjunto de piezas meditativo y sereno que abarca casi cuatro siglos de música y con las que Morelló despliega toda su amplitud expresiva y toda la ‘vocalidad’ de su instrumento. Incluso los encargos que el violonchelista ha realizado a compositores actuales sugieren esta idea. Las Danses de la terra de Elisenda Fábregas beben del folclore catalán y proponen recreaciones de esas melodías y ritmos populares de las que Casals también se nutrió —como en su célebre versión de El cant dels ocells, también incluida en el disco—. Por su parte, las Variaciones sobre el nombre de Casals de Marc Migó atraviesan la historia de la música para citar a Beethoven, Schubert o Bernstein en una pieza que requiere cambios notorios de carácter, y que Morelló resuelve con elegancia. La partitura de Migó también cita la ‘Sardana’ de la Suite para violonchelo solo de Gaspar Cassadó, que es precisamente la pieza que abre el disco: un guiño significativo de Morelló al que fue discípulo de Casals y también un destacado compositor de la primera mitad del siglo XX. Finalmente, encontramos la obra que da título al álbum: un arreglo para violonchelo de Les Voix Humaines de Marin Marais, originalmente escrito para viola da gamba. La esencia de The Voice of Casals está aquí destilada: la conexión entre el pasado y el presente, la mirada hacia la tradición desde la actualidad. Y todo abordado desde una interpretación que transmite calidez al mismo tiempo que depuración técnica y estilística. Desmerecen al proyecto unas notas que podrían haberse beneficiado de una segunda revisión para responder al empaque y conocimiento con que está elaborado el disco.
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