Reseña | The Josquin Songbook

En el año 2021 se celebraron los 500 años de la muerte de Josquin Desprez, uno de los compositores más importantes del Renacimiento. A pesar de todo, este aniversario pasó prácticamente inadvertido, no aumentando de forma considerable los conciertos y/o grabaciones con su música. Suerte que el sello Glossa ha editado una verdadera joya titulada The Josquin Songbook, un disco con música del citado autor, incluyendo también dos breves piezas de Cristóbal de Morales y Francisco de Peñalosa. Las versiones son a cargo de la soprano María Cristina Kiehr, el tenor Jonatan Alvarado y Ariel Abramovich a la vihuela.

Bien conocida es la carrera de María Cristina Kiehr, quien fuera alumna del famoso contratenor René Jacobs. En esta grabación nos sigue demostrando sus óptimas aptitudes vocales, así como su gran musicalidad y capacidad de dicción de los textos, cosa que lo hace del todo inteligible. Jonatan Alvarado empasta bien con la soprano en los dúos y también nos ofrece un canto muy interesante en sus dos obras a solo. Se trata de versiones muy diferentes a las que estamos acostumbrados, pues se trata de música pensada inicialmente para ser interpretada exclusivamente en el ámbito vocal. El hecho de que muchos tratados de vihuela (instrumento predilecto de acompañamiento en la Península en el Renacimiento) incluyan transcripciones de obras vocales de distintos compositores demuestra que es lícito históricamente aplicar esta técnica a la música de Desprez y hacer así una versión de tipo más camerística, con la vihuela como acompañamiento (por cierto, muy bella versión del Mille regretz a cargo de Ariel Amabrovich). El resultado es una sonoridad nueva, que no deja indiferente y que, por supuesto, siempre puede generar alguna que otra perspicacia en el sector más purista de la interpretación con instrumentos originales y criterios históricos interpretativos. En pleno siglo XXI es interesante explorar también esos caminos, ya que el mundo de las hipótesis interpretativas es también muy interesante siempre que se haga con criterio y buen gusto.

Por Àngel Villagrasa Pérez