Si no estás familiarizado con la música tradicional japonesa, este álbum ofrece la oportunidad perfecta para una primera inmersión en este mundo. A través del bello sonido del shakuhachi, una flauta japonesa introducida desde China alrededor del siglo VIII, Rodrigo Rodríguez nos transporta a la isla asiática sin mayor esfuerzo.
El arte de tocar el shakuhachi está íntimamente ligado a la introspección, ya que fueron los monjes budistas Zen quienes descubrieron en la música un camino hacia la iluminación. Por esta razón, al escuchar el sonido del shakuhachi, el oyente experimenta una relajación inmediata, pues este instrumento ha sido históricamente asociado con la meditación.
Rodrigo Rodríguez ha dedicado varios años al estudio del shakuhachi. Sus constantes viajes a Japón para especializarse con diversos maestros han resultado en una forma única de experimentar la música. Además de intérprete, Rodríguez es compositor, y en este álbum podemos apreciar varias de sus obras, que reflejan un lenguaje musical distintivo y personal.
Este disco contiene doce pistas con obras cuyas sonoridades van en concordancia con sus poéticos títulos y que son, en su mayoría, para flauta sola. Sin embargo, la obra En Aranjuez con tu amor, basada en el segundo movimiento del Concierto de Aranjuez(1939) de Joaquín Rodrigo, es interpretada junto a un acompañamiento de guitarra española. Asimismo, la obra Prologues I está escrita para flauta con acompañamiento de koto, un instrumento cordófono perteneciente a la familia de las cítaras, que además es el instrumento nacional de Japón.
En conclusión, Rodríguez nos ofrece un disco bien elaborado que, además de relajar al oyente, lo sumerge en un estado de paz y tranquilidad, similar a la experiencia de meditar en uno de los bellísimos bosques japoneses. Su dominio del shakuhachi le permite alcanzar una armonía perfecta con su entorno y cada melodía está impregnada de serenidad, invitando a una experiencia auditiva transformadora que facilita la meditación y la conexión profunda tanto con uno mismo como con la naturaleza.
Deja una respuesta