La gran mezzo norteamericana Joyce DiDonato nos propone en esta grabación una singular simbiosis de canto barroco y arreglos jazzísticos realizados por el pianista Craig Terry, quien interviene en las quince canciones (nueve barrocas y seis típicamente norteamericanas) que integran este disco; y, en varias de ellas, se suman otros instrumentos: trompeta (Charlie Porter), bandoneón (Lautaro Greco), contrabajo (Chuck Israel) y batería (Jimmy Madison).
Joyce DiDonato muestra todas sus grandes virtudes vocales con un absoluto dominio de la coloratura y de todos los registros, sobre todo exhibiendo una poderosa franja grave, junto a brillantes agudos, y también, regulando el sonido de forte a imperceptibles pianissimi.
Las arias barrocas «Vedrò con mio diletto» de la ópera Giustino de Antonio Vivaldi, «Caro mio ben» de Giuseppe Giordani y «Nel cor più non mi sento» de la ópera La Molinara de Giovanni Pasiello, junto a la canción norteamericana «Lean Away» de Gene Scheer tienen solo acompañamiento de piano.
En el bellísimo madrigal «Amarilli, mia bella» de Giulio Caccini, intervienen piano y contrabajo, a los que se suman trompeta y batería en el resto de arias barrocas: «Se tu’ami» de Alessandro Parisotti, «Star vicino» de Salvatore Rosa, «Col piacer della mia fede», de la ópera Arsilda, Regina di Ponto de Antonio Vivaldi, sin duda, uno de los fragmentos más logrados de esta grabación, donde Craig Terry sustituye el piano por el clavicémbalo.
También todo el conjunto instrumental interviene en las canciones norteamericanas: «(I’m Afraid) The Masquerada is Over» de Allie Wrubel, «Lullaby of Birdland» de George Shearing e «(In My) Solitude» del gran Duke Ellington. En las canciones «Will he like me?» y «With a Song in My Heart», respectivamente de los musicales She loves me! de Jerry Bock y Spring a Song in My Heart de Richard Rodgers, se une el sonido de bandoneón al resto de instrumentos.
Gran interpretación de Joyce DiDonato del aria «Quella fiamma» de la cantata Doppo tante e tante pene de Francesco Conti, con el sonido conjuntado de piano, contrabajo, batería y sobre todo de bandoneón, que le confiere un seductor aire de tango.
Por: Diego Manuel García
Deja una respuesta