Reseña | Sonatas for violin and piano Volume I

Etcétera nos presenta este álbum producido por el violinista portugués Carlos Damas grabado en los lisboetas Atlantico Blue Studios los días 12 y 13 de enero del llamado año Beethoven, con sus tres sonatas opus 12 y la opus 23 escritas «para pianoforte (o clavicémbalo las opus 12) con violín» según rezan sus primeras ediciones, Artaria y Mollo, respectivamente. No es de extrañar que François-René Tranchefort, en su artículo dedicado a Beethoven en su célebre Guía de la música de cámara (que felizmente adaptó y versionó al español José Luis García del Busto para Alianza Editorial) tachase de necedades las declaraciones aparecidas en la Allgemeine Musikalische Zeitung hablando las ocurrencias de Beethoven como «un bosque en el que uno se para a cada paso por los matorrales hostiles y de donde se sale agotado, sin placer: un amontonamiento de dificultades hasta el punto de que se pierde la paciencia». El paso del tiempo suele poner las cosas en su sitio y no hay duda de que estas sonatas (las tres primeras dedicadas a Antonio Salieri) siguen siendo hoy en día piezas fundamentales del repertorio camerístico para piano y violín o para violín y piano, tanto monta, monta tanto.

Si bien produce el violinista en su país natal, el pianista aragonés Rubén Lorenzo para nada queda a la zaga, sino más bien, desde las primeras notas, cumple con la acertada y generosa función de conducir la calidad del discurso con eficacia, carente de desajustes de afinación o de personales glissandi que pueden escucharse en la parte del violín, como ocurre (por citar un ejemplo) al inicio del tema violinístico en el Andante con moto entre el mi y el la. Al margen de improntas personales discutibles, el nivel mostrado por ambos intérpretes nos permite recomendar este disco como una buena contribución ibérica al 250 aniversario del nacimiento de Beethoven, con ganas de poder escuchar, según anuncia el libreto interno de 11 páginas (todas en english) los«expected release»de los volúmenes 2 y 3 para completar las sonatas con violín de Beethoven en manos de los mismos intérpretes.

Por Antonio Soria