Reseña | Somnis i combats

En el panorama musical del siglo XX y contemporáneo encontramos a veces obras que no solo destacan por su virtuosismo técnico, sino por su profundo arraigo cultural y su capacidad para evocar emociones que forman parte de nuestra identidad colectiva. Así sucede con el álbum Somnis i Combats, una colaboración entre el pianista y compositor Miquel Ortega y el barítono Àngel Òdena, que nos lleva a un viaje sonoro a través de la rica tradición musical y literaria de Cataluña. Desde el primer compás, el álbum cautiva con su selección de canciones creadas por destacados compositores como Frederic Mompou, Carlota Garriga, Albert Guinovart, Enric Morera y Eduard Toldrà, así como piezas del propio Miquel Ortega. Estas composiciones, enriquecidas por los textos poéticos de eminentes escritores catalanes como Josep Janés, Josep Maria de Segarra, Tomàs Garcés y Miquel Martí i Pol, nos sumergen en un universo poético-musical de primera categoría.

Lo que distingue a este disco no es solo su contenido culturalmente relevante, sino también la extraordinaria interpretación de los dos músicos. La compenetración entre Ortega y Òdena es palpable desde el primer momento, creando un diálogo íntimo y muy emotivo. La voz del barítono se erige como un instrumento lírico excepcional, dotando a cada verso de una profundidad y expresividad que realmente emocionan. Por su parte, el piano de Ortega no se limita a acompañar, sino que se convierte en un compañero de igual importancia, tejiendo delicadamente un acompañamiento que intensifica la narrativa poética.

Destacamos el ciclo de cinco canciones A l’ombra del lledoner de Toldrà por la soltura de las líneas melódicas y su gran lirismo o la versión del propio Ortega de la canción tradicional infantil Plou i fa sol. El cuidado con el que se ha seleccionado el repertorio y se ha concebido su interpretación es evidente en cada detalle. Desde las delicadas melodías de Mompou hasta la energía rítmica que escuchamos al comienzo de Abril o en Estel del dematí de Morera, cada pieza muestra la riqueza estética y musical de este repertorio.

Por Francisco J. Balsera