Reseña | Soledad Sonora. Musique pour clavier du Siècle d’Or

El clavecinista Jesús Noguera Guillén nos obsequia con un disco titulado Soledad Sonora, música de teclado del Siglo de Oro español. Se trata de un programa renacentista en el que se combina música de Antonio de Cabezón con música contenida en el Tratado de Santa María, uno de los tratados más importantes sobre interpretación de música antigua española. Para ello, Noguera emplea un clavecín para las obras de Cabezón y un clavicordio para las obras de Santa María. En un primer momento podría resultar un poco chocante, pero el oyente se acaba dando cuenta de que eso sirve como hilo conductor del disco: las pequeñas piezas del tratado de Santa María cumplen la misma función que el tema del paseo de los <em>Cuadros de una exposición</em> de Músorgski: una pequeña música nos permite trasladarnos de una obra de Cabezón a otra, a través de unas pequeñas notas de clavicordio. Hay, sin embargo, una excepción: la incorporación de una obra de Joan Magrané Figuera, una obra contemporánea, por tanto, escrita en un lenguaje moderno pero accesible, en donde se utilizan los diversos registros del clave, incluido el registro de laúd.

En el campo interpretativo, en esta grabación Noguera nos demuestra su solvencia técnica, buen fraseo musical y tacto a la hora de abordar estas piezas. El uso de un temperamento de 1/4 de coma mesotónico (el adecuado para este tipo de música) nos da un sonido más puro en determinadas piezas y más ‘picante’ en otras, cosa que nos da variedad de sabores, como si de un menú culinario se tratase. Así, por ejemplo, en las <em>Diferencias sobre la gallarda milanesa</em> de Cabezón apreciamos ese sonido picante, unido al sonido brillante del clave, al tener acoplado también el registro de cuatro pies. Los instrumentos empleados suenan realmente bien, no solo por la calidad de sus constructores, sino porque Noguera sabe sacarles provecho, por ejemplo, en los ataques de las notas y en la búsqueda de resonancias que nos ofrecen este tipo de instrumentos.

Como dirían los tratados de la época, Jesús Noguera Guillén ‘tañe con buen gusto’.

Por Àngel Villagrasa Pérez