Reseña | Sketches on the Way

Sergio Calero nos muestra desde Sketches on the Way su propio camino como músico en busca de su estilo personal. Pero… eso es solo el principio de todo lo que ofrece este álbum.

Busca y consigue, ya desde los primeros minutos del álbum, crear un nexo entre el oyente con ‘el compositor’ y ‘el intérprete’ y —a través de un vínculo subyacente durante todo el disco— también con ‘la idea’ y la propia ‘esencia de la expresión’. 

Repertorio contemporáneo, sí, pero también tan natural como la vorágine de variedades estilísticas de las que bebe: música clásica y popular, tradición y modernidad. Por ello, sugiero una idea a la hora de plantear la escucha: enfocarla como un camino a través de colores nunca vistos y tal vez ni siquiera imaginados. De colores ligados a los estilos musicales que abarca y a los sentimientos humanos que explora, de colores tímbricos y brillantes que brotan de la lucidez técnica del intérprete. 

El propio repertorio nos transporta a paisajes diferentes que expanden las posibilidades de ver nutrida la escucha con nuestras propias remembranzas. ¿Recuerdas que al principio de la reseña comenté la pretensión del intérprete de establecer ese vínculo constante con nosotros, los oyentes? Los ritmos brasileños de Luis Bonfá y ‘Ñico’ Rojas, las atmósferas de ensueño con tintes de jazz y blues de Kevin Callahan y Jorge Morel, la multiculturalidad sonora que nos ofrecen las composiciones de Dusan Bogdanovic y la exótica fragilidad de su obra Mysterious Habitats, así como Sleeping Lotus de Joep Beving. Finalizando con las obras de Max Richter, John William Duarte y Juan Erena, prolífico compositor español cuyo repertorio es una de las especialidades interpretativas de Sergio Calero, tal vez porque ambos comparten esa sensibilidad esencial de pensar y hacer música desde la guitarra. 

Con relación a esto último, si tuviera que elegir un término que describiera la interpretación de Sergio Calero sería solidez. La maestría y cercanía con la nos ofrece y nos abre la puerta a un repertorio que —de entrada— nos impone la ‘sensación inestable’ de lo novedoso, desvela la profunda calidad e inteligencia musical de Sergio Calero. 

Por Sara Guerrero Aguado