Reseña | Si a la muerte imita el sueño. Tonos humanos de José Marín 

Los tonos humanos fue un género muy popular en la España del siglo XVII y José Marín es uno de sus máximos representantes. El conjunto Musica Ficta ha grabado para el sello Lindoroalgunos de esos tonos, complementados con obras de Martín y Coll, Gaspar Sanz y Santiago de Murcia. El hecho de que aparezcan dos obras que nunca se habían grabado hasta el momento demuestra, una vez, que todavía hay mucho que hacer en la transmisión del repertorio barroco español.

Como ya ocurría en su disco anterior, esa mezcla de la guitarra barroca con la jarana (instrumento de cuerda pulsada tradicional) es una verdadera delicia. Incluso funciona muy bien acompañando obras como la última del disco, Ahora que estáis dormida.

Si bien los intérpretes del grupo Musica Ficta son cuatro, a lo largo de las piezas van haciendo combinaciones diferentes para dar más variedad sonora a cada una de las piezas interpretadas. De hecho, oólo en cuatro piezas aparecen los cuatro intérpretes a la vez. El tenor Jairo Serrano, también con intervenciones a la percusión, nos ofrece una voz cálida y adecuada al estilo de la música, a pesar de que la dicción no siempre es del todo clara. Este es el gran problema de muchos cantantes: muchas veces hay que decidir si darle más importancia al texto o a la propia voz. Julián Navarro y Regina Albanez nos muestran un exquisito trabajo a las cuerdas pulsadas que podríamos considerar el motor generador de estas músicas, así como las interesantes flautas de pico de Carlos Serrano. Un pequeño error (insignificante) en el librillo del disco nos anuncia un pandero en la pista 5 cuando este no aparece aquí. En el campo de la percusión, se llega a hacer uso de las palmas en la pieza Sin duda piensa Menguilla, recurso siempre interesante e inesperado. La obra más famosa del disco es, sin duda, los Canarios de Gaspar Sanz, interpretados aquí en una combinación de jarana y guitarra barroca muy interesante y diferente de las interpretaciones habituales. Recordar que esos Canarios sirvieron de inspiración a Joaquín Rodrigo para escribir su Fantasía para un gentilhombre.

Por Àngel Villagrasa Pérez