Shoah for Solo Violin and Sacred Temple
Vicente Cueva, violín
Jorge Grundman, compositor
Non Profit Mussic
Melómano de Oro
Playing between bass and treble
Una Partita para emocionar… triste obra para celebrar el memorial de un pueblo que vivió sometido a la barbarie de la sinrazón. Una Partita para conmover… un solo lamento, afligido y desconsolado, que se desliza con la mirada a través de lamelancolía que habita entre los dedos del violinista. Una Partita para inspirar… recuerdos que son imágenes de un pasado luctuoso que Grundman dibuja entre la soledad pretérita del Stradivariy la aflicción que juega entre los graves y los agudos. Así podría definirse la nueva obra del compositor madrileño Jorge Grundman, Shoah for solo Violin and Sacred Temple, acertada revisión en clave triste de la personal y original caligrafía del músico más interesante del momento. Una Partita con aires barrocos —el alma de Bach revolotea sobre buena parte de la obra— que Grundman escribe inspirado por las sombras silentes que habitaban en el gueto de Terezín; voces aniñadas que el músico convierte en lamentos; alma y llanto que en la soledad crepuscular de los graves rompe a llorar… alma y llanto que en la candidezde los agudos acaricia el alma de un recuerdo anónimo impreso en unas cuantas cuartillas de papel. Jorge eleva una taciturna suplica que la emoción del violinistaproyecta más allá de las cuatro cuerdas del Stradivari.
Seis partes o movimientos (lamentos) que conectan con la parte emocional del ser humano, cualidad que define la música de un compositor que cómo he expresado en el epígrafe de este texto:Playing Between bass and treble… escalas y arpegios que apoyados en la tradición hacen de Shoah for solo Violin and Sacred Temple la obra más arriesgada y original -virtudes de este Quijoteconsonante– de las últimas décadas. Una Partita para soñar… miradas llorosas que conmueven rasgadas por el arco de la emoción.
Por: Antonio Pardo Larrosa
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