‘Entre el clavel y la rosa, su majestad es|coja…’, decía Quevedo a su reina. Quién tuviera ese don para escribir. Una docena y media, no de rosas ni claveles, de compositores españoles, nos ofrece el joven pianista Raúl Canosa (Madrid, 1996) con simpatía y eficacia, dos de ellos en primera grabación, Miguel González-Valles con su serenata Becerril de la Sierra y él mismo con su Jota robada, fantasía brillante sobre temas aragoneses, que es la pista más larga del disco.
Une entretenimiento con divulgación cultural en su hacer, alegría con sensualidad en la elección del programa, que contiene apellidos ilustres de la historia de la música española como Joaquín Larregla, Enrique Granados, Albéniz (Mateo e Isaac), Turina (don Joaquín), Manuel de Falla, Joaquín Malats, Joaquín Rodrigo (el único que multiplica, con cuatro), Halffter (don Ernesto), Xavier Montsalvatge y Federico Mompou. Si bien la calidad del sonido, la factura del libreto interno, o algunos detalles interpretativos como el metronomismo ajeno a la sensualidad antillana de Montsalvatge, quedan a la zaga del interés musical y artístico de la propuesta, en general, la recopilación en defensa del repertorio español y el indudable talento pianístico del intérprete me animan a recomendarlo a los lectores de Melómano con estas cinco estrellas, espoleando a Canosa a profundizar en la calidad de sus propuestas, pues facilidad parece que no le falta. En su currículum exhibe nombres importantes del piano y, pese a su juventud, estoy seguro de que dará de sí frutos que nos complacerán en gran y mayor medida. ¡Adelante!
Por Antonio Soria
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