Schubert. Winterreise
Joyce DiDonato, mezzosoprano
Yannick Nézet-Séguin, piano
ERATO 0190295284145
Franz Schubert (Viena, 1797-1828), en su corta vida, compuso alrededor de mil lieder, destacando su Winterreise (Viaje de invierno), un ciclo de veinticuatro lieder compuesto en 1827 sobre poemas de Wilhelm Müller. Se trata de un viaje interior que un caminante va desarrollando sobre un paisaje exterior, una idea básica en la música de Schubert. En pocas ocasiones se han pintado con tanta precisión, justeza y dramatismo la soledad, la desolación y la desesperanza, al mostrar el drama íntimo de un ser humano, y se ha profundizado en la antesala de la propia muerte como este conjunto de lieder, que constituyen un verdadero viaje hacia la nada.
La mezzo norteamericana Joyce DiDonato es una gran artista que se ha adentrado con verdadera fortuna en diversos repertorios operísticos y que con esta interpretación de Winterreise se plantea un auténtico reto, ya que esta serie de lieder requiere dominio del estilo de canto en idioma alemán, gran variedad de acentos, extrema expresividad, exquisita musicalidad, perfecta articulación, dominio de todos los registros (sobre todo una buena cobertura de graves), alternancia del canto en forte y piano, junto a una gran capacidad para las medias voces y las regulaciones de sonido para emitir notas en pianissimo y efectos de sfumature. Todas estas características son mostradas por DiDonato en sus interpretaciones de cada uno de los lieder. Destacar cómo afronta el acariciante y cadencioso ritmo en ‘Gute Nach‘ (‘Buenas noches’), con reiterados motivos musicales cantados a media voz para, por momentos, emitir contundentes sonidos en forte. Excelente su interpretación de ‘Der Lindenbaum‘ (‘El tilo’), el más bello de este conjunto de lieder, donde muestra una gran musicalidad, dando auténtica relevancia a cada palabra cantada. En ‘Rückblick‘ (‘Mirada retrospectiva’) destaca su gran capacidad para ligar frases a un ritmo vertiginoso. Imponente su interpretación de ‘Mut‘ (‘Valor’), de enérgico y contundente ritmo. Casi tan importante como la voz en este conjunto de lieder es el sonido del piano. Aquí la actuación del canadiense Yannick Nézet-Seguin no pasa desapercibida.
Por Diego Manuel García
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