Moscow Trio, Trio Carducci, Moscow String Quartet, Endellion String Quartet, The Rubio Quartet y otros
Brilliant Classics 95953
Además de la citada Sonata del padre de la música rusa figura, entre otras obras, el nostálgico Trío para piano en Re menor, ‘Patético’, que comparte pathos con el Trío en La menor opus 50, ‘En memoria de un gran artista’ (Nikolái Rubinstein †1881) de Chaikovski, interpretados ambos por el Moscow Trio (CD2). A este conjunto de ejecución limpia y sonido rotundo se deben también las interpretaciones de los tríos con piano de Rimsky-Kórsakov, Borodin, Rajmáninov, Shostakóvich y Roslavets (CDs 10, 16, 20, 21 y 25, respectivamente). Los tríos con piano opus 32 y opus 73 (CD11) de Anton Arensky (1862-1906), discípulo de Rimsky antes de ser atraído a la órbita del academicismo europeo representado por Chaikovski, son ejecuciones del solvente Trio Carducci, capaces de otorgar a esta música no demasiado conocida la grandeza elegiaca que le es propia.
La primera agrupación del veterano Moscow String Quartet (nada en común con el Trio excepto el locus fundacional) recrea con desbordante emoción los cuartetos de Borodin, químico y doctor en Medicina (aunque nunca ejerciera como médico), cuya obra de cámara se reúne íntegra en esta edición (un total de 3 CD). Los tres cuartetos para cuerdas, el Sexteto en Re menor opus 70, ‘Souvenir de Florencia’ y las Cuatro primeras piezas (1863-64) para cuarteto de Chaikovski son interpretados con radiante transparencia por el Endellion String Quartet de Cambridge, reforzado con viola y chelo en el sexteto (CD 4 y 5). Los cuartetos núms. 1 y 2 de Prokófiev, piezas de madurez, evocador el primero del contrapunto beethoveniano del último período y del folklorismo exótico de la República de Kabardia-Balkaria, el segundo —de ahí la apostilla ‘sobre temas kabardinos’ que suele acompañar la obra—, corren a cargo del virtuosismo joven del Quartetto Energie Nove de Lugano (CD24), mientras que The Rubio Quartet, conjunto flamenco acreditado en vérselas con Shostakóvich (culminaron airosos para Brilliant los quince asaltos del ciclo en 2002), firma la muestra (CD22) con el mencionado Cuarteto núm. 13, el Cuarteto en La menor, obra ‘de guerra’ fechada 1944, y el Cuarteto en Do menor de 1960, célebre por comenzar con el motivo musical del nombre del compositor (DSCH = Re, Mib, Do, Si) y por el violento Allegro molto, segundo movimiento, empleado por el autor en otras obras.
A Serguéi Tanéyev (1856-1915) y Gregori Catoire (1861-1926) la edición dedica tres y dos CD, respectivamente, con sonatas diversas, quintetos para cuerdas y con piano. Tanéyev, amigo de Chaikovski, devoto de la polifonía flamenca del siglo XV, consideraba el contrapunto como parte de las matemáticas. La admiración de Catoire por esta ciencia le llevó a cursar estudios en la Universidad de Moscú antes de optar por la música; fue discípulo de Rimsky y Arenki, y maestro a su vez de Kabalevski. De Tanéyev, entre otras obras, figura el monumental Quinteto para piano en Sol menor opus 30, que excede los 50 minutos (CD7); de Catoire, el Quinteto in Do menor opus 20, delicada pieza de extremado cromatismo (CD8).
Si Catoire fue de los primeros en introducir a Wagner en la Rusia imperial, Roslavets, que llegaría a desarrollar un método propio con las 12 notas de la escala cromática, introdujo la Nueva Música en la naciente Unión Soviética. Su oposición a la Asociación de Músicos Proletarios le acarreó las acusaciones de ‘formalista’ y ‘enemigo del pueblo’; en consecuencia, su música fue prohibida y el compositor se exilió en el lejano Uzbekistán. Sobrevivió formando a directores para bandas militares durante la guerra. Al poco de morir, en Moscú, miembros gubernamentales y exmúsicos proletarios entraron en el domicilio de la viuda y confiscaron los manuscritos del compositor. El CD 25 contiene cinco obras reveladoras del talento excepcional de Roslavets.
Por Alejandro Santini Dupeyrón
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