Romantic Violin Concertos
Mikhail Pochekin, violín
Württembergische Philharmonie Reutlingen
Sebastian Tewinkel, director
hänssler Classic HC21058
★★★★★
Romantic Violin Concertos es el título de la nueva grabación del joven violinista Mikhail Pochekin, dos conciertos grabados en colaboración con la Württembergische Philharmonie Reutlingen y bajo la batuta del director Sebastian Tewinkel, para el sello hänssler Classic, esta vez sin la compañía de su hermano, Ivan Pochekin.
Grabado durante el confinamiento provocado por la segunda ola de la COVID-19, el disco recoge dos grandes conciertos para violín que, si bien están compuestos con tan solo treinta y tres años de diferencia entre ellos, son tremendamente contrastantes y cuentan dos historias totalmente diferentes, comparten un importante nexo común: los dos conciertos están compuestos por grandes compositores para sendos grandes violinistas de su época.
Por un lado, la obra que abre el disco, el Concierto para violín núm. 2 en Mi menor opus 64, de Felix Mendelssohn, fue escrito para el gran virtuoso Ferdinand David, y por otro, el Concierto para violín núm. 2 en Re menor opus 44, de Max Bruch, compuesto para el gran Pablo Sarasate.
En su interpretación de Mendelssohn, Pochekin aborda con soltura una obra que le ha acompañado desde el inicio de su carrera profesional. El violín interactúa con la orquesta como si de música de cámara se tratara, en un diálogo lleno de momentos brillantes, extrayendo una sonoridad bella y delgada, con un sonido vivo en el que destaca el uso del vibrato en la mano izquierda y que nos arrastra desde su apasionado y delicado inicio hasta su triunfante final.
En cuanto a la obra de Bruch, menos grabada y programada, estamos ante una escritura que coloca al violín como protagonista absoluto, un papel solista intenso, arropado por una instrumentación cargada de vientos y romanticismo, a cuyas exigencias Pochekin se adapta con gran éxito, con un uso inteligente del vibrato, gran cuidado en los glissandi y una expresividad que mima tanto los momentos delicados como los más dramáticos.
Un disco contrastante, un redescubrimiento apasionado y lleno de sensibilidad.
Por Pedro Téllez
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