Reseña | Romance

Bajo el título Romance, la violinista Tjasa Kastelic y el guitarrista Jerzy Chwastyk nos proponen una sugerente interpretación de canciones y danzas que proceden de las lenguas romances, en concreto, del español, el francés y el rumano. Todas ellas son arreglos para este tipo de dúo. El disco se abre con las Danzas populares rumanas Sz. 56 BB 68 de Bartók. Como es sabido, el compositor dedicó varios años de su vida a recopilar música folclórica de zonas rurales de Hungría y Rumanía. La partitura está compuesta por seis piezas. La versión que escuchamos es muy interesante desde el punto de vista tímbrico aunque, para el que esto escribe, el tempo elegido es excesivamente lento en algunas de ellas, lo que hace que pierdan el carácter de danza popular.

En un arreglo de Tilman Hoppstock escuchamos Romance y Beau Soir de Debussy, dos obras compuestas en la época de estudiante del compositor que se basan en poemas de Paul Bourget. La interpretación tiene mucho encanto y el violín explota al máximo la idea melódica a la vez que la guitarra le acompaña de forma exquisita.

De Manuel de Falla se interpreta la Suite popular española, en la versión que adaptaron el propio Falla y Paul Kochanski para violín. Las piezas proceden de diferentes regiones de España, por lo que encontramos estilos muy contrastantes. Los dos intérpretes han sabido captar las emociones que caracterizan a cada una de las partituras.

Por último, en el disco se registran tres piezas de Piazzolla, Histoire du Tango, II: café 1930, Adiós Nonino y Tanti Anni Prima (Ave María). En la primera de ellas se destaca el carácter romántico de la música, de las otras dos, la profunda melancolía y la tristeza. La interpretación que hacen aquí Kastelic y Chwastyk es sobresaliente.

También hay espacio para escuchar Après un rêve opus 7 núm. 1 de Fauré, una pieza en la que el acompañamiento guitarrístico marca elegantemente el pulso mientras el violín canta una melodía muy refinada.

Kastelic y Chwastyk muestran una gran sensibilidad musical y se compenetran a la perfección. Un disco que no deja indiferente a nadie.

Por Francisco J. Balsera