Reseña | Rodrigo Ruiz. Behold the stars

Bajo el título de Behold the stars,Rodrigo Ruiz se presenta por primera vez en el sello Signum Classicscon obras para violín, violonchelo y piano. Concretamente su Sonata para violín y piano R. 6, A Riveder Le Stelle R. 8 y el Trío para violín, violonchelo y piano R. 9. A pesar de tratarse de un compositor del siglo XXI, su lenguaje es absolutamente tonal y romántico. Es más, sorprendentemente romántico, hasta el punto que parece ser de aquellos compositores neoclásicos enamorados de un periodo concreto de la historia de la música que escriben en su mismo estilo. Un ejemplo de ello sería el de Federico Maria Sardelli, flautista, director y musicólogo que escribe música al más puro estilo de Vivaldi usando instrumentos barrocos. Hecho este apunte, lo verdaderamente importante es que se trata de música de calidad, fácil de escuchar y apta para todos los públicos.

La interpretación de Kerenza Peacock, Laura van der Heijden y Huw Watykins es sublime, con gran calidez de sonido y dominio técnico de sus respectivos instrumentos. La toma de sonido es nítida y limpia y nos permite apreciar detalles como incluso el roce de las cerdas del arco con las cuerdas del violín y violonchelo. De hecho, el protagonismo lo tienen sobre todo el violín y el piano, pues dos de las obras están escritas para esta formación, siendo solo la catalogada como R. 9 la pieza a la que se añade el violonchelo. Cabe hacer una mención especial a la obra A Riveder la Stelle,en donde destacan las cuerdas dobles del violín, el staccato del piano en el momento del pizzicato del violín o el difícil diminuendo final del violín, de gran expresividad.

En definitiva, una grabación que nos permite acercarnos a los compositores contemporáneos desde otra óptica y que demuestra que, hoy día, para ser un buen compositor no necesariamente se tiene que escribir una obra en estilo atonal y con ausencia total de melodía. Eso es algo ya superado, pudiendo tener los compositores la amplia libertad de utilizar el lenguaje que consideren oportuno en función de sus convicciones artísticas.

Por Àngel Villagrasa Pérez