Ramón Pastor. Ab urbe condita
Orfeó Universitari de València
Francesc Valldecabres, director
Adolfo Bueso y Ramón Pastor, pianos
ARS HARMONICA AH253
Melómano de Oro
Ab urbe condita o «Desde la fundación de la Ciudad de Roma» ha alcanzado la grandiosidad que significa, para nosotros hoy, esa gran ciudad e imperio y cultura a la que hace referencia.
En esta obra para coro, dos pianos y cuatro percusionistas, se han musicalizado partes de los textos del Libro Primero de Tito Livio, perteneciente a la obra homónima. Una primera elección que lleva al reto de la adaptación de la prosa en su idioma original. En este caso Ramón Pastor decide, en casi la totalidad de la obra, hacer un uso silábico. Con esto consigue embrutecer (en el mejor sentido de la palabra) la línea vocal, dotándola de largas repeticiones de nota, asignadas cada una de ellas a una sílaba diferente, y llevándonos a un estado casi permanente de tensión. Gracias a esta utilización vocal el compositor nos transporta a tiempos pasados, y nos da un elemento más de los tantos que conforman esta obra ecléctica por definición. En sus propias palabras, una obra que «continúa la senda de Orff y Stravinski», pero que también nos aporta un lenguaje muy actual donde se genera un universo de posibilidades armónicas. A pesar de la multiplicidad de sistemas utilizados, algo que nos podría llevar al desorden irracional con facilidad, se ha generado una sonoridad muy solvente y unitaria que nos permite navegar entre sus diferentes fórmulas, sin resultar aburridamente variada.
La predominancia de la percusión es evidente, no siendo utilizada exclusivamente para colorear tímbricamente, sino que se le confiere un peso estructural y temático importante. Una percusión que, en ocasiones, supera el límite sonoro y destaca en exceso en una grabación que, en aspectos generales, resalta la importancia del coro y oculta ligeramente las partes de piano. Aún con eso, destacamos una mezcla muy potente y sobrecogedora, en la que la panoramización nos ayuda mucho a comprender la música.
Con todo, una obra en dos partes y diez números que conforman una partitura muy seria e intensa, donde los tempos rápidos y los tutti predominan. Una obra ambiciosa que aspira a conmover, casi de una manera física (por sus grandes fortes y su gran masa percusiva), al público, tanto melómano como aquel que se acerca a la música de creación actual buscando una respuesta coherente con el mundo en que vive.
Por Pablo de Diego
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