Nos encontramos ante un diálogo entre el gran Bach, los hermanos Mendelssohn y la contemporaneidad musical, representada por Joan Magrané y el propio Carles Marigó, que da vida a la hora de música de Papa Bach. A través de las diferentes piezas, estas históricas figuras se funden con la creación actual más absoluta —fruto de la improvisación—, en un hilo basado en trípticos musicales, hábilmente tejido por Marigó.
En el primero de ellos, tras el Preludio (Fantasía) en La menor de Bach, el pianista presenta el estreno absoluto de Fantasiestük 3, compuesta por Joan Magrané para la ocasión. Una poderosa improvisación cierra este primer bloque y, a su vez, da paso al Andante suave de Fanny Hensel, de una belleza inmensa. El segundo tríptico continúa por el camino de los caracteres contrastados, con los Preludio y Fuga en Fa menor de Bach y Mendelssohn. Esta misma estructura se repite en el tercer y último tríptico: Hensel, Bach y Mendelssohn, maestros del piano solo. Para terminar, Marigó opta por dos agradecidos bises bachianos: el primer movimiento del Concierto según el gusto italiano y la famosa cantata Jesús, alegría de los hombres, ambas actualizadas con improvisaciones que parecen no terminar nunca, pero que, en contraste, conforman el broche de oro más sobrecogedor.
Papa Bach esconde además un componente emocional sin medida: es la grabación en directo del que fue el primer concierto que acogió la sala modernista del Palau de la Música Catalana, tras casi cuatro meses de confinamiento, en julio de 2020. Por ello, además de la música que nace de las manos de Marigó, la grabación asume, sin querer, los sonidos propios de los conciertos, que tanto tiempo llevaban callados: el sentir del público, el respirar del músico, el crujir de la banqueta, el murmurar de la maquinaria del piano… Gracias a Papa Bach, el público puede revivir una y otra vez aquella especial velada, que terminaba entre aplausos y vítores con unas palabras que no han perdido ni un ápice de sentido: «Gracias por seguir defendiendo la música en directo. Gracias por estar hoy aquí. Súper feliz. Que siga así. ¡Muchas gracias!».
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