Excelente disco del coroThe Sixteenbajo la dirección de Harry Christophers. Este es el noveno volumen de su edición dedicada a la música de Palestrina. La forma de cantar es exquisita, con una dicción perfecta del texto, así como un muy buen fraseo y musicalidad. Christophers sabe conducir perfectamente las líneas melódicas dentro de esa complicada encrucijada de voces que suele haber en este tipo de obras. La Misa ut, re mi, fa, sol, la es realmente extraordinaria y se complementan con piezas procedentes de las Songs of Songs. La interpretación es con criterios históricos interpretativos, cosa que queda reflejada en el absoluto control del vibrato de las voces, que le da más pureza a la armonía, así como énfasis en las disonancias en los lugares donde las hay. Los comentarios al libreto del propio director son muy interesantes. La plantilla está formada por un total de veinte cantantes en la mayoría de las piezas. La cuerda de altos está formada por la combinación de contraltos y contratenores que empastan muy bien y dan color especial a esa cuerda. Las sopranos suenan con voz transparente y angelical para este tipo de música. La acústica de la Iglesia de San Agustín de Kilburn (Londres) es perfecta para esta música. Es curioso cómo ha cambiado la interpretación coral en los últimos cincuenta años: la especialización en el campo de la música antigua no solo ha permitido el uso de instrumentos de época sino también un cambio en la concepción de la voz y así este tipo de repertorios suenan de una manera más fiel al ideal del compositor. Destaca la belleza de la pieza Hic est beatissimus Evangelista, de belleza extrema y de interpretación magistral. En piezas como Fuit homo missus a Deo podemos observar esos juegos de pregunta y respuesta entre las voces que Christophers resuelve tan bien, creando momentos culminantes de crescendo y también de momentos íntimos que nos permiten degustar de esas dinámicas a lo largo de todo el repertorio del disco. Esperemos que esta edición de Palestrina siga adelante y pronto disfrutemos del décimo volumen.
Por Àngel Villagrasa Pérez
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