Reseña | Oriente Lux. Diálogo de almas

Bajo el sugerente título Oriente Lux, Jordi Savall presenta un diálogo ente almas, a cargo de Orpheus 21 y Hespèrion XXI. Música tradicional oriental en donde se cuelan unos Canarios de Michael Praetorius, para introducir una pieza barroca en este atractivo programa. Esta grabación es fruto de un concierto realizado en 2019 en la Philharmonie de París.

A los puristas de las grabaciones quizá este registro no les acabe de gustar porque se oyen ruidos de fondo como toses o movimientos de atriles que suelen ocurrir en un concierto, pero lo cierto es que este tipo de grabaciones captan la esencia del momento, sin trampas y, por tanto, con la emoción del directo. Recuerdo la opinión del gran director Sergiu Celibidache sobre las grabaciones: él era contrario a estas porque consideraba que cada concierto era único e irrepetible y que, por tanto, la emoción solo se puede captar en directo.

Este generoso doble disco se inicia con unas sonoridades mágicas del instrumento al que acto seguido se le añade el canto. La dirección de Savall es atenta e ingeniosa y con un excelente dominio de la viola de arco y lira. Escuchando estas músicas nos trasladamos a las sonoridades de los países de Oriente, pero con el sello mediterráneo que imprime Savall. Hay pequeños toques occidentales que nos permiten llegar mejor a esas músicas que, si uno no está acostumbrado a oírlas, puede tener la sensación de no comprenderlas en su totalidad.

Es importante hacer una mención a los interesantes ritmos de percusión y a las intervenciones del coro infantil. También a las voces, muy heterogéneas, pero, a la vez, cohesionadas, de Waed Bouhassoun y Moslem Rahal.

El librillo está muy buen documentado y con muchas fotografías que ilustran los textos. Se trata del 28.º volumen de la serie ‘Raíces y memoria’ que el sello discográfico AliaVox inició hace años.

Celebramos esta labor de transmisión de la música antigua y de acercamiento de otras culturas que Jordi Savall lleva realizando a lo largo de toda su carrera musical.

Por Àngel Villagrasa Pérez