Organic Creatures
Catalina Vicens, organettos, órgano Van Eyck, órgano Piggeon Egg, Ostönnen y Krewerd
Consouling Sounds SOUL0139
Doble disco de Catalina Vicens, de formato atractivo y que nos presenta obras medievales combinadas con obras contemporáneas, entre las que se encuentran composiciones de la propia intérprete. Cada vez se hace más eso de combinar música antigua con música del siglo XXI y la verdad es que ambos repertorios no se molestan entre sí. Es más: se complementan muy bien.
Para dar variedad al repertorio, Catalina Vicens hace uso de un total de siete instrumentos entre los que se encuentran el organetto, que es la base de este tipo de repertorio, o el órgano Van Eyck, por poner un ejemplo. El resultado es una variedad de timbres que suscita mayor interés auditivo en el oyente. Además, gracias a la figura de los intérpretes invitados, llegamos a escuchar dos piezas en donde suenan dos instrumentos a la vez y dos más en donde suenan nada más y nada menos que tres «órganos» a la vez. Es curioso lo bien que empastan varios instrumentos, hasta el punto que parece que toque uno solo. Cabe decir que en el organetto, el intérprete toca con una mano y con la otra hace uso de la mancha para subministrar aire a los tubos, cosa que lo convierte en un instrumento parecido al acordeón. Y un dato más: se trata de instrumentos en donde se puede manipular el sonido de una nota, a diferencia de un órgano conectado a un compresor eléctrico en donde el flujo de aire es siempre constante, perdiendo esa parte viva que tienen estos instrumentos.
Catalina Vicens nos demuestra , en todo momento, el conocimiento de este tipo de repertorio, con muy buen tañer, como dirían los tratadistas antiguos, el juego con la mancha y la no eliminación de los sonidos naturales propios de los instrumentos y el ambiente. A pesar de la presentación atractiva de este disco doble, se echan de menos dos elementos, quizá más importantes para un purista que para un oyente medio: el detalle del tipo de afinación y temperamentos históricos empleados, así como el minutaje de cada una de las piezas, cosa que siempre se agradece. Pese a este insignificante detalle se trata de un trabajo excelente y de gran interés musicológico.
Por Àngel Villagrasa Pérez
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