Llega a Melómano un disco infrecuente, ya que tiene como protagonista al contrabajo, un instrumento poco o nada solista en el repertorio clásico. Se trata de Nós, del coruñés Antonio Romero Cienfuegos, que nos propone un programa tejido por varios hilos conductores cuyo objetivo fundamental es resaltar la versatilidad del instrumento y enriquecer su repertorio. Arrancamos en Bulgaria con Theme with variations and Fugue de Boris Karadimchev, una obra de gran virtuosismo en la que el piano de Isolda Crespi Rubio se entrelaza con el contrabajo de forma elegante y precisa. El piano también está presente en las siguientes obras: las Tres miniaturas de Roberto Terrón, que muestran todos los contrastes que puede ofrecer el instrumento en obritas de pequeño formato; Once in the evening de la rusa Ilona Diaghileva, compuesta para Cienfuegos, que encierra un lenguaje muy cercano al jazz y carácter cinematográfico; la Sonata 1963 en cuatro movimientos del estadounidense Frank Proto; y Kicho de Astor Piazzolla, que posee las claves del estilo del argentino y demuestra la enorme capacidad técnica del gallego, así como su increíble expresividad. Mención especial de nuevo para la pianista, en el momento álgido del álbum. Encontramos también una obra a solo, Traces of the past del polaco Michał Bylina, una pieza que únicamente utiliza los armónicos del registro superior del instrumento y que el propio autor ha definido como ‘meditativo, sonora y atractiva’, algo que suscribo, además de añadir ‘vertiginosa’. Cienfuegos se acompaña de los contrabajistas Anna Cristina Grau Mármol, Luis Otero Herránz y Ricardo Soto Asenjo para Little… Tango?, una obra de autoría propia que mezcla el ritmo del tango tradicional con la improvisación. A ellos se suma Alfonso Morán Fraga para Paseando por Nueva York, otra obra del propio Cienfuegos que pretende recrear el frenetismo de la ciudad que nunca duerme, y lo consigue. Un álbum sorprendente e inesperado que aúna calidad técnica e interpretativa.
Por Pedro Téllez
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