Título: No Time to Die
Dirección: Cary Joji Fukunaga
Música: Hans Zimmer
Género: Acción
Duración: 163 minutos
Año: 2021. Estados Unidos
Dónde está… Su majestad David Arnold. Es un hecho irrefutable que después de John Barry el compositor idóneo para dar vida a las aventuras del agente secreto más internacional de cuantos han existido es David Arnold. Alguien debería explicarnos por qué el músico inglés salió por la puerta de atrás después de escribir la partitura de Quantum of Solace —quizá, la menos inspirada de todas—, que fue su última aproximación a las andanzas del icónico personaje creado por Ian Fleming. Thomas Newman, y ahora Hans Zimmer, siguen con más pena que gloria la estela de lo que en su día fue una acertada y necesaria renovación del sonido Bond. En defensa de Zimmer hay que decir que llegó al proyecto cuando la película estaba acabada. Decisiones de última hora que han perjudicado el resultado final. Las intenciones del músico alemán están claras, poner adrenalina allí donde el agente secreto pone la testosterona. La cuestión es que el ideario compositivo del teutón está algo quemado. Demasiadas referencias, no solo a su impresionante biblioteca de sonidos, sino también a las melodías que otrora creó el padre de la criatura, John Barry. Aun así, huelga decir que la música de Hans Zimmer se pega al celuloide como Epi y Blas a una cama de velcro.
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