Subtitulado ‘Conversaciones con Brahms, Strauss, Puccini, Humperdinck, Bruch y Grieg’, recoge entrevistas del violinista y periodista norteamericano (1868-1958) sobre sus experiencias espirituales, psíquicas y mentales a la hora de crear sus obras. Todos colocan el origen de su inspiración en la divinidad (o un ser superior), y subrayan la necesidad de tener la suficiente preparación técnica.
Brahms, de claro espíritu religioso, es el más categórico: en su entrevista aporta numerosas citas bíblicas y, algo muy curioso, pidió al periodista que no publicara sus respuestas hasta pasados cincuenta años de su muerte. Richard Strauss también se refiere a la divinidad, aunque no con la profundidad de Brahms. Puccini es igualmente claro, llegando a afirmar que la música de Madama Butterfly ‘me ha sido dictada por Dios’. En similar tesitura se sitúan los demás, añadiendo (Grieg, por ejemplo) una situación personal de aislamiento, de concentración, incluso de trance. Todos ellos, además, muestran una particular modestia hacia su propio trabajo. Sin quitarles nada de razón, hemos de añadir que estos (y otros músicos) fueron personas de gran riqueza interior, capaces de comunicarla y hacerla llegar a los demás.
El libro, que fue publicado en inglés en 1955 y que tiene también una edición en catalán, de la propia editorial Fragmenta, es muy interesante. Requiere una lectura tranquila porque se mueve en un terreno complejo. Contiene algunas curiosidades y opiniones de otros importantes músicos.
Por José Prieto Marugán
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