Reseña | Missa Solemnis de Ludwig van Beethoven

Se termina este Año Beethoven y precisamente el 16 de diciembre se cumple el 250 aniversario de su nacimiento en la ciudad alemana de Bonn. LaMissa Solemnis es una de sus más grandes creaciones y su estreno tuvo lugar en San Petersburgo en abril de 1824. La obra está estructurada en cinco partes: Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus y Agnus Dei.

Esta toma en vídeo fue realizada en la Abadia Alpirsbach (situada en el Länder alemán de Baden-Württemberg), cuando se estaba realizando una grabación de esta obra para editarla en CD. El prestigioso Frieder Bernius dirige al Coro de Cámara de Stuttgart, la Orquesta Hofkapelle de Stuttgart y a los solistas Johanna Winkel (soprano), Sophie Harmsen (alto), Sebastian Kohlhepp (tenor) y Arttu Kataja (bajo). Se trata de una magnífica versión, donde vemos a Frieder Bernius dirigir con gran fuerza y expresividad, incluso cantando al unísono con el Coro de Cámara de Stuttgart, cuya interpretación resulta extraordinaria durante toda la obra, destacando las ejecuciones de imponentes fugas: las conclusivas del Gloria y el Credo junto al ‘Pleni sunt coeli‘ en el Sanctus y ‘Dona nobis pacem‘ en el Agnus Dei. Excelente sonido orquestal con instrumentos originales de la época en que fue estrenada la obra. Buenas prestaciones de las cuatro voces solistas que suelen cantar al unísono o siguiéndose unas otras; solamente tiene una corta actuación solista, en el Agnus Dei, el bajo-barítono finlandés Arttu Kataja, quien exhibe una poderosa voz. También en el Agnus Dei puede escucharse un breve dúo de tenor Sebastian Kohlhepp y la mezzo Sophie Harmden, de muy bonito timbre y gran expresividad. Dentro del alto nivel interpretativo de toda la obra, cabe destacar la ejecución del Sanctus, con la continua intervención solista del violín concertino en conjunción con el resto de la orquesta, coro y voces solistas, con efectos de gran belleza. El DVD se completa con un amplio documental, donde Frieder Bernius va explicando todas las características de esta Missa Solemnis.

Por Diego Manuel García