Reseña | Mis descuidados ojos. Arietas y seguidillas de Fernando Sor (1778-1839)

Interesante disco del sello Lindoro titulado Mis descuidados ojos y que incluye un conjunto de arietas y seguidillas de Fernando Sor. El primer elemento a destacar es la elección del repertorio, bastante poco interpretado, una joya del Clasicismo español. En las diferentes pistas del disco encontramos múltiples combinaciones de soprano, tenor, fortepiano y guitarra clásico-romántica, cosa que hace imposible que el oyente se aburra, no solo por la calidad de la música, sino también por la variedad de timbres distintos que va apreciando en todo momento. Curiosamente, en la canción ‘Los canónigos, madre’ aparecen todos los intérpretes del disco juntos, lo que no deja de ser una licencia de los intérpretes para explorar el timbre del fortepiano y la guitarra sonando al mismo tiempo, pues esta pieza está concebida originalmente para fortepiano o guitarra como acompañamiento.

La voz de María Hinojosa nos demuestra madurez interpretativa y compromiso con el texto. Lo mismo podríamos decir del tenor Andrés Silva, que en los dúos con María Hinojosa empasta perfectamente con ella, sonando un todo unitario. La inclusión de algunos de los valses para piano solo de Sor es un acierto porque sirven de hilo conductor a la diversidad de obras vocales grabadas, cosa que le da sentido global al disco. La inclusión de una obra para guitarra sola nos permite disfrutar del cálido y delicado sonido de la guitarra clásico-romántica de Julián Navarro. Por otro lado, Eleonora Rueda nos demuestra su dominio técnico del instrumento, así como la misma musicalidad que demuestran sus compañeros de equipo.

En definitiva, una grabación para disfrutarla de principio a fin y que suscita un gran interés musicológico, al ser aquellos repertorios bastante olvidados y poco interpretados. La toma de sonido es buena y la presentación del disco está muy bien cuidada, con la inclusión de todos los textos de las canciones. Incluso el nombre del grupo, Alfabeto Ensemble, es muy original.

Por Àngel Villagrasa Pérez