Reseña | Minimalist

Un álbum con repertorio minimalista siempre corre el riesgo de acabar resultando reiterativo, especialmente si tiene el timbre del piano como protagonista. El disco de Szymon Nehring, grabado con el sello IBS Classical, ha tomado varias precauciones a este respecto. La primera es hacer un recorrido a través de la obra de varios autores, lo que evidencia las diferencias entre, por ejemplo, la música de Glass y la de Górecki, o entre la sonoridad de Giya Kancheli y la de Wojciech Kilar. La segunda ha sido buscar partituras con caracteres contrastantes que, al margen del estatismo característico de este estilo, muestren interesantes posibilidades rítmicas y de intensidad. En este sentido, es un acierto abrir el álbum con el apasionado Estudio núm. 4 de Glass y cerrarlo con el Concierto para piano de Kilar, cuyo último movimiento culmina en un estallido de energía. La tercera decisión ha sido incorporar tanto piezas de piano solo como obras para piano y orquesta. De este modo, Nehring tiene oportunidad de demostrar la versatilidad de su toque, que cuenta con la delicadeza requerida para las Variaciones en La menor o el Für Anna Maria de Arvo Pärt, pero también con la precisión y el nervio necesarios para el ‘Vivace marcatissimo’ del Concierto para piano y orquesta de cuerda de Górecki.

La escucha de Minimalist está guiada por la inclinación cinematográfica del álbum, que pone de relieve el trabajo para medios audiovisuales de varios de los compositores del disco y la influencia de la corriente minimalista en las bandas sonoras de películas. La mención más evidente a este respecto es Kilar (¡autor de la música del Drácula de Coppola!), aunque el descubrimiento del álbum es Kancheli con su Vals Boston. Este compositor también ha trabajado para el cine, y su partitura nos sitúa en un ambiente sombrío y descriptivo que es, además, vehículo de exhibición para la Orquesta de la Radio Polaca. En los veinticinco minutos que dura la pieza, la formación se alía con Nehring para desplegar un amplio rango de colores que salen del corsé del minimalismo para adentrarse en un universo sonoro propio.

Por Manuel Pacheco