Metamorfosia
German Ormazabal, piano
Garikoitz Mendizabal, txistu
Orpheus Classical OR 8431-9503
¿Cuánto sabemos del txistu? Me atrevería a decir que, en términos generales, poco o nada; que se trata de un instrumento popular milenario procedente de la región vasca (según algunos expertos, su primer vestigio data de hace 25.000 años en la Baja Navarra) y, si acaso, que es un instrumento (de viento, por supuesto) de tres agujeros.
Es extraordinariamente curioso que sean los instrumentos populares, con los que convivimos desde hace siglos, los menos populares entre nuestro repertorio. Es bastante entristecedor observar la enorme brecha que existe entre la música, llamémosla de concierto, clásica, y la música, por decir algo, popular. Como si todo esto fuese una especie de organismo estamental regido por la tradición alemana en vez de una necesidad surgida de la espontaneidad social.
Garikoitz Mendizabal y German Ormazabal nos presentan un fantástico disco de música de cámara para txistu y piano, acompañados, en algunas de las piezas, por el tamboril, ya que el txistu es un instrumento que se ejecuta a una sola mano, quedando la otra libre para realizar ritmos sobre el instrumento de percusión. Un disco con siete piezas de seis compositores diferentes que representa una perfecta mezcla y transformación de generaciones y géneros escritos para este instrumento. Tres compositores del siglo XX y tres compositores actuales son los encargados de mostrarnos en una sola recopilación el cambio que el txistu ha sufrido en el repertorio. Un repertorio escaso que comienza a florecer el siglo pasado, y que va sufriendo, como cualquier otro, una transformación y adaptación a medida que los compositores van haciendo suyo el lenguaje (y se van haciendo a la sonoridad y posibilidades) del instrumento.
Según vamos escuchando las obras apreciamos una clara tendencia hacia la gestualidad de las melodías populares, muy rápidas y vivas que recorren el registro con gran destreza. Pero, fruto de esa metamorfosis, también vamos viendo cómo se le empiezan a introducir pasajes y sonoridades algo diferentes, optando más por los registros graves y armonías algo más arriesgadas.
Un disco fantástico en el que poder disfrutar del txistu en su faceta, apenas conocida, de instrumento de cámara. A manos de un maestro del instrumento: Garikoitz Mendizabal.
Por Pablo de Diego
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