Mélodies volées
José Sogorb, trompa
Éadaoin Copeland, piano
7 Mountain Records 7MNTN-045
★★★★★
Algunos instrumentos están más ligados a unos estilos que a otros, pero lo que no solemos imaginar es que la trompa tenga una versatilidad tan amplia como la que nos presenta José Sogorb en su nuevo trabajo discográfico, titulado Mélodies volées (Melodías robadas): un álbum con obras transcritas para trompa y piano con alguna colaboración de percusión, voz y corno inglés. Mélodies volées hace referencia a diferentes melodías ‘robadas de otros instrumentos, y es por eso por lo que podremos escuchar en el disco obras que son originales para violonchelo, voz, violín o incluso piano, la mayoría de ellas transcritas por el propio Sogorb. La obra que inaugura el álbum es la Suite núm. 1 en Sol mayor BWV 1007 de Bach, interpretada en su totalidad. El legato con el que Sogorb simula con su soplo el arco del violonchelo está tan logrado que consigue hacer de él una interpretación sublime. A continuación, escuchamos la Asturiana de las Siete canciones populares españolas de Falla y el liedLitanei auf das Fest Aller Seelen D. 343 de Schubert. En ambos movimientos, la delicadeza de la transcripción de la voz a la trompa nos deja con ganas de seguir deleitándonos con este repertorio. Pero Sogorb y Copeland nos sorprenden con otra transcripción de la obra Spiegel im Spiegel de Pärt, una de sus obras más conocidas y claramente minimalista que nos invita a parar, descansar y simplemente escuchar. Completan el álbum el Intermezzo de las Six pièces for piano opus 118de Brahms; L’Énamourée de Hahn; Misty de Garner; el Capriccio núm. 24 en La menor de Paganini; una unión de las obras All is full of love – Aria: Bist du bei mir BWV 508 de Björk y Stötzel, obra conjunta con bonitas armonías y grandes melodías; y la mítica Alfonsina y el mar de Ariel Ramírez. Con gran cariño, Sogorb y Copeland nos obsequian un álbum repleto de emotividad, sensibilidad y un amor palpable por una amplia gama de estilos musicales. Agradecemos profundamente el regalo de esta inigualable medicina para el alma: la música.
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